Por: Iudex/
Este fin de semana se presentó la jugada más violenta en lo que va del torneo, Guido Rodríguez le dejó los tacos en la cara a Rubens Sambueza y, evidentemente, se llevó la tarjeta roja directa por parte de Roberto García Orozco por ser una acción no digna de un futbolista de primera división.
Hasta ese momento todo iba bien, García Orozco, presidente de la Asociación Mexicana de Árbitros actuó de acuerdo a la situación y sacó a Rodríguez, pero los problemas llegaron al terminar el partido, ya que el Reglamento de Sanciones solamente calificaba la acción como “Juego Brusco Grave”, que se castiga con uno o dos partidos de suspensión.
Debido a eso y a la situación en la cual se presentó la jugada, Roberto García solamente pudo registrarla de esa manera, ya que para que se considere Conducta Violenta se necesita otro tipo de intención y escenario, además de que no era posible considerarla como una agresión.
Ante esta situación, la Comisión Disciplinaria tenía una sola cosa que hacer, decidir el castigo de acuerdo al reglamento y a la gravedad de la acción, sin embargo, fieles a su costumbre, intentaron quedar bien con todos y solamente le pusieron un partido de suspensión con su respectiva multa económica.
Por cosas así se ataca el nivel del arbitraje, los jugadores se dan los lujos de hacerle daño a sus rivales y subir la intensidad de sus entradas partido a partido porque saben que si los expulsan, su amigo Eugenio Rivas, presidente de la Comisión Disciplinaria les va a imponer el castigo mínimo.
Si no me creen sólo basta revisar lo que pasó con los jugadores de Santos Laguna en el partido contra Cruz Azul que insultaron a la afición celeste luego de ser expulsados y resulta, que una semana después, luego de “revisar exhaustivamente las pruebas presentadas”, decidieron sólo ponerles una multa, no tan cara para que no afecte su economía.
Pero, ¿qué tenían que hacer los de la Comisión Disciplinaria en ese momento?, tenían que tomar el caso de oficio tal y como lo hicieron, agarrar el Reglamento de Sanciones vigente, ir al artículo 18, leer que está prohibido insultar a cualquier persona dentro del estadio y castigar con base en lo que dice ahí.
Sin embargo, parece que eso es una labor sumamente complicada para las personas que trabajan en la Comisión y piensan que sólo con poner un castigo van a cumplir con sus exigencias y de paso, van a quedar bien con todos, cosa que han logrado porque ningún equipo se cree capaz de apelar estas decisiones.
Ahora me pregunto, ¿qué criterios manejan para las sanciones?, tenemos que al término de la pasada jornada 12 cuatro jugadores recibieron un partido de suspensión, Rodríguez por su ridícula falta, Victor Aguilera por dos amarillas, Aldo Arellano por cinco amonestaciones en el torneo, al igual que el ‘Maza’ Rodríguez.
Todos ellos se pierden solamente la jornada 13, todos por factores distintos y es inconcebible que Guido se castigado con lo mismo que dos futbolistas que únicamente fueron amonestados y que otro futbolista que se fue por dos tarjetas preventivas en un mismo partido.
Ah, pero si Ruben Sambueza hubiera sufrido una fractura de nariz que lo inhabilitara jugar por un tiempo, lo más seguro es que el americanista hubiera sido congelado hasta que su rival se recuperara como se ha dado muchas veces en el futbol mexicano, pero como eso no pasó pues no se merece un castigo más fuerte, total, los moretones que van de la nariz a la frente de ‘Sambu’ se van a quitar, igual que la cortada.
Por cosas así es que nuestro futbol, arbitraje, Federación y todo lo que engloba el deporte más popular en nuestro país no termina por crecer y todo nos lleva a pensar que no lo hará, al menos no en mucho tiempo.
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