Por: Iudex/
La Comisión Disciplinaria volvió a las andadas, otra vez, la falta de criterio y la falta de conocimiento del Reglamento de Sanciones, que se supone que ellos redactan, dejó a Diego Alonso, entrenador de Pachuca, con solo un partido de suspensión, pero lo sorprendente es la razón por la cual fue castigado.
Resulta que Delgadillo Haro, que era el central de ese partido, no puso puso nada en la cédula arbitral de ese partido, por lo que era obligación de la Disciplinaria analizar la acción y, con base en la revisión de las pruebas, determinar el castigo correspondiente.
Luego de casi dos días de supuesta investigación, llegaron a la conclusión de que Alonso López había sido expulsado por “Hacer constantes reclamaciones o protestar las decisiones de cualquiera de los integrantes del cuerpo arbitral”, pero ya se sabe que eso no fue lo que pasó.
Diego Alonso fue responsable de “conducta violenta”, “faltar el respeto a los oficiales del partido”, “retardar en cualquier forma el inicio o reanudación de juego” e “iniciar o participar en una pelea o riña”. Todo esto se da por el jalón que le metió a Michael Pérez en el segundo tiempo del partido de este sábado, pero en esa acción se desprenden varias situaciones.
Conducta violenta:
“Se considera conducta violenta cuando un jugador (integrante de cuerpo técnico) emplea fuerza excesiva cuando el balón no está en disputa“.
La sanción según el reglamento es de:
Faltar al respeto a los oficiales del partido:
Dentro de este cabe emplear lenguaje ofensivo a los árbitros o desaprobar con palabras y acciones las decisiones de cualquiera de los árbitros.
Retardar en cualquier forma el inicio o reanudación de juego:
A pesar de ir debajo en el marcador, el entrenador de Pachuca decidió abandonar la cancha cruzando por el terreno de juego, cuando se supone que debe hacerlo por fuera del mismo, ya que de esta manera el encuentro puede reanudarse con velocidad y efectividad, situación que no sucedió y que nos lleva al siguiente punto.
Iniciar o participar en una pelea o riña
Este puede sonar como el más exagerado de todas las posibles sanciones, sin embargo, apegados al reglamento, después del jalón sobre el jugador de las Chivas, se ocasionó una “riña”entre los futbolistas de ambos equipos, misma que se sustenta en las definiciones del Reglamento de Sanciones.
De acuerdo a las sanciones el castigo por esto sería el siguiente:
Para terminar, queda contestar a todos los programas de análisis deportivo que cuestionaron si la sanción de Alonso había sido suficiente, la respuesta es no, y no intenten generar “polémica” de un asunto que es muy claro, la Disciplinaria demostró, otra vez, que no sirve para tomar decisiones “complicadas”.
Y para todos los ex árbitros, no defiendan a Paul Delgadillo por la expulsión, si hubiera hecho bien su trabajo, si hubiera registrado todo en el acta, habría cerrado lo que parecía una buena actuación.
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