Por: Iudex

Felix Brych fue el árbitro central de la gran final de la UEFA Champions League, que enfrentó al Real Madrid, nuevo campeón de la competencia, y a la Juventus, que perdió su séptima final de ese torneo. El colegiado alemán se comportó a la altura de la gran final del torneo más importante a nivel de clubes.

Los primeros minutos tuvo muchas críticas y lo cierto es que sí le faltó sacar tarjetas amarillas en los primeros minutos, pues el juego era parado constantemente por faltas en el medio terreno de la cancha y fue al minuto 12 cuando sacó la primera del encuentro que fue para Paulo Dybala y la segunda hasta el 31 para Ramos, ambos por acumulación de faltas.

A pesar de la poca cantidad de cartones preventivos, el partido siempre se mantuvo bajo control y el colegiado tuvo la inteligencia suficiente para no caer en las provocaciones de los madridistas que le reclamaban cualquier falta que existía en su contra o a su favor, principalmente Dani Carvajal que fue amonestado hasta el minuto 42, también por cortar constantemente el desarrollo del juego.

La segunda mitad no cambió mucho, solo que en esta ocasión sí sacó las tarjetas cuando era necesario y se reflejó en el transcurso del juego, pues ya era mucho más fluido con relación a la primera parte. De los ocho amonestados que hubo en el partido, cinco se dieron en la segunda parte y la única expulsión del partido también fue en la complementaria.

Analicemos esa acción. Primero, Juan Cuadrado entró de cambio al 66′ y solamente seis minutos después fue amonestado por primera vez en el partido. Ya con 22 minutos dentro del terreno de juego, Ramos barrió lealmente a Guillermo Cuadrado para sacarle el balón y una vez que se levantaron, el de la Juve empujó ligeramente al español que se encargó en girar.

Es ahí donde comenzó un poco la confusión dentro del partido, algunos dicen que fue por el reclamo, otros que por el empujón, incluso hubo quienes señalaron que no fue bien sancionada la infracción, que se trató de un robo, como acostumbran decir en las victorias del Real Madrid.

Lo cierto aquí, fue que Cuadrado perdió ligeramente la cabeza, para empezar, el saque de banda ya les correspondía, nada tenía que hacer con Ramos y antes de que se diera un supuesto empujón, el de la ‘Vecchia Signora’ pisó deliberadamente el pie de su rival. Es una agresión, una actitud antideportiva y la tarjeta amarilla estuvo bien señalada y, por ende, la expulsión está justificada.

Además de eso, hay que remarcar que no es el central el que juzga la jugada, sino que fue el árbitro abanderado que estaba a centímetros de la acción, este le avisó al central y aproximadamente 15 segundos después se concretó la segunda amonestación para el colombiano.

Ya no hay que darle más vueltas al asunto, en esta ocasión el arbitraje no tuvo nada que ver en el resultado del partido, el mérito de ambos equipos fue meramente deportivo.