Por: Redacción/
El velocista Luis Antonio Avilés Ferreiro cumplió el sueño de subir a lo más alto del podio en los Juegos Olímpicos de la Juventud, resultado de un trabajo constante desde sus inicios como atleta de alto rendimiento y con una principal motivación, dedicar la presea dorada a su abuelo, promesa que desde los 12 años juró que no desistiría hasta alcanzar.
Luis Avilés comenzó a practicar salto de longitud, disciplina en donde obtuvo el primer oro en un campeonato estatal, metal que lo llenó de felicidad y quería mostrar a su abuelo; sin embargo no lo pudo compartir. Desde aquel día, prometió entregarse al deporte para llegar a ser medallista olímpico.
“Ese día estaba feliz de haber ganado y quería enseñársela a mi abuelo, a quien no vi porque falleció y ya no pude decirle aquí está mi medalla; desde ese momento a pesar de lo doloroso y triste que me sentía, me sirvió como motivación y le prometí que iba a ser medallista olímpico. Los Olímpicos de la Juventud fueron un gran paso para seguir con la promesa”, expresó.
Los sentimientos encontrados que presenció en Buenos Aires, Argentina, al colocarse como el mejor del mundo con una marca total de 1:34.23 en la prueba de 400 metros, llevó al joven atleta a sentirse orgulloso de ver en lo más alto la bandera de México y entonar el himno de su país.
“Es inexplicable ver la bandera en lo más alto y cantar el himno, pero a la vez en la mente hay una voz que dice, lo lograste después de años de entrenamiento”, detalló.
Además de la motivación, Avilés Ferreiro aseguró que ser disciplinado, perseverante, humilde y paciente, así como contar con el apoyo incondicional de su equipo multidisciplinario, lo llevó a conseguir el objetivo establecido y espera seguir el mismo camino para ser el mejor de su disciplina. ”Agradezco al equipo multidisciplinario del CNAR, que todo el tiempo me apoyó y brindó su confianza para dar este resultado”.
Debido a la inclusión de los valores olímpicos dentro de los Juegos de la Juventud, el atleta mencionó que conocer a deportistas con diferentes culturas y religiones, fue una grata experiencia que complementa su destacada participación dentro del certamen.
Participar en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, es una meta por la cual el velocista mexicano trabajará, pero precisó que sería un medio de fogueo para llegar a París 2024 en su máximo nivel deportivo físico y mentalmente.
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