Por: César Cuervo

Habrá revancha en las Finales de la NBA a partir del próximo jueves 2 de junio, cuando los Warriors de Golden State se enfrenten ante los Cavaliers de Cleveland en busca del campeonato. En las Finales del año pasado, los dirigidos por Steve Kerr derrotaron en seis partidos a los entonces comandados por David Blatt que hoy dirige Tyronn Lue para consagrarse campeones de la liga después de 40 años.

Golden State llega con mucha presión a la serie definitiva y más importante del año, en primer porque son los actuales campeones y llegan como favoritos pese a que LeBron James se encuentre en el equipo rival. Y en segunda, de ganar, se convertirían en el mejor equipo de la historia, al menos en los números. Durante la temporada regular rompieron el récord de más victorias hecho por los Bulls de Michael Jordan en el 96 al terminar con 73 triunfos y sólo 9 descalabros.

Por esa razón, si los Warriors se consagran como bicampeones de la NBA, pocos serán los críticos que se atrevan a mencionar que el Chicago de aquellos años era mejor que éstos “Guerreros” en la duela. El Thunder de Oklahoma City se quedó muy cerca de eliminar a los campeones en las Finales de Conferencia, pero, comandados por Stephen Curry y Klay Thompson, los de Oakland regresaron tras ir abajo 1-3 y se encuentran en la lucha por revalidar su título. En la mente de Steve Kerr y los jugadores está que para hacer valer el récord de victorias, tienen que conseguir el campeonato, sino es así, de nada habrá servido llegar a la famosa “Victoria 73”.

Por otra parte, los Cavaliers no están exentos de la presión que significa jugar unas Finales, LeBron James regresó a su primer equipo en la liga para ganar un campeonato después de cuatro años en Miami, en donde consiguió dos títulos. El llamado “Rey LeBron” tiene en su espalda el peso de una ciudad perdedora casi por tradición que espera trascender de la mano de su ídolo. Queda claro que James regresó a Cleveland para ganar un título, el año pasado perdieron ante el mismo rival que enfrentarán el jueves y buscarán la revancha para llevarse ese tan ansiado campeonato.

Kevin Love será el factor clave para que los “Caballeros” puedan vengarse en la misma instancia que hace un año y ante el mismo rival. El Ala pivot estrella no estuvo presente en las Finales del año pasado por una lesión, lo que mermó el rendimiento de su equipo notablemente, al igual que Kyrie Irving jugó varios partidos resentido de una lesión en el Juego 1 de aquella serie.

Este año las cosas son diferentes, tanto Love como Irving llegan al 100% y Cleveland tiene a su equipo completo, ya no habrá pretexto que valga para LeBron James y los suyos. Ahora es ganar o ganar para ambas franquicias.