Por: José Manuel Mota Fernández/

Croacia se convirtió en el último invitado a las semifinales de la Copa del Mundo, luego de eliminar a su similar de Rusia desde los tiros penales, donde Fernandes, que le había dado vida a los euroasiáticos, fue el gran villano al fallar el penal que llevó a su equipo a la eliminación.

Con solo un boleto para la penúltima instancia, Croacia se metió a al Estadio Olímpico de Fisht para medirse a Rusia, el equipo anfitrión que sorprendió a propios y extraños al superar la fase de grupos y forjar poco a poco su camino hasta instalarse en los cuartos de final de la competencia.

El primer tiempo comenzó bien para los anfitriones, quienes se tiraron al frente sin nada que perder y que, en la persona de Cheryshev, el héroe del duelo inaugural, encontraron el primer gol que los puso por unos minutos en las semifinales del torneo que organizaron.

Sin embargo, Croacia reaccionó a tiempo y les arrancó la felicidad en cuestión de minutos. El responsable principal fue Kramaric, quien consiguió su primer gol en el torneo y que así logró mandar el partido al alargue pues en el complemento no se hicieron daño.

Ya en el tiempo extra, tras el susto croata con Subasic que se dolió de la pierna, los ex integrantes de Yugoslavia se fueron arriba con el cabezazo de Vida que pasó en medio de las piernas de Kramaric y terminó colándose a la meta rival cerca del palo derecho.

Cuando todo parecía terminado, ante la insistencia de Cherchesov con la gente para que no dejaran de apoyar, un centro a segundo palo que remató Fernándes y mandó a guardar a la portería de Croacia para que así el encuentro se fuera a los penales y Rusia, soñara todavía más con superar esta etapa.

En los penales, Rusia comenzó mal con el fallo de Smolov que lo tiró al centro de la portería, sumado al tanto de Brosovic que adelantó a Croacia. Posteriormente, Dzagoev, Ignashevich y Kuziaev marcaron para Rusia, mientras que Modric, Vida, y Rakitic anotaron para Croacia y definir así el 4-3 a favor de los croatas.