Por: César Cuervo
Los Halcones Marinos de Seattle se pusieron con marca ganadora de 2-1 al derrotar por marcador de 18-37 a los 49ers de San Francisco. No todo son buenas noticias para los dirigidos por Pete Carroll ya que su mariscal de campo estelar Russell Wilson salió un poco tocado de la rodilla aunque parece no ser algo de gravedad.
Los locales desde el inicio aplastaron a la defensiva de Vic Fangio con dos anotaciones en el primer cuarto que marcaron la pauta del encuentro. En la primera serie ofensiva tres jugadas le bastaron a los de Seattle para llevar el balón a las diagonales gracias a un acarreo de 41 yardas de Christine Michael. En la siguiente posesión ofensiva, de nueva cuenta fue Michael el que llevó la esférica a tierra prometida con otra carrera ahora de 4 yardas para ponerse rápidamente al frente 0-14.
Los visitantes le pusieron números al marcador en el arranque del segundo cuarto con un gol de campo corto. Sin embargo, rápidamente Russell Wilson respondió con un pase a zona de anotación hacia Jimmy Graham de 18 yardas para colocarse 3-21 al frente en la pizarra. El pateador de los Halcones Marinos Steven Hauschka mandó el partido 3-24 al medio tiempo con un gol de campo de 33 yardas.
En la segunda mitad, los de Washington bajaron el ritmo ante la ventaja. Wilson concretó un pase de 11 yardas a las diagonales para Doug Baldwin que puso el marcador 3-37. Los visitantes por fin pudieron anotar de siete gracias a un acarreo de 8 yardas de Carlos Hyde.
Russell Wilson sufrió un golpe tremendo en la rodilla en el tercer cuarto que lo obligó a salir por un momento, pese a ello regresó al terreno para mandarle el pase de anotación a Baldwin y después dejar su lugar por precaución. Cuando faltaba un minuto en el encuentro, de nueva cuenta Hyde anotó en un acarreo corto para hacer más decoroso el marcador 18-37.
El golpe que sufrió Wilson en el tercer cuarto
Los Halcones Marinos de Seattle enfrentarán a los Jets de Nueva York la próxima semana, mientras que los 49ers de San Francisco le harán los honores en casa de los Vaqueros de Dallas.
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