- Durante la pandemia las personas más afectadas en la enseñanza fueron aquellas sin internet, aseguró Leonardo Lomelí Vanegas.
Por: Redacción/
Los sistemas de educación superior siguen dominados por la competencia. Hay que salirnos de esa lógica, optar por la colaboración, aun cuando vaya en contra de la globalización, de los rankings; debemos pensar en América Latina cómo nos complementamos para potenciar capacidades, manifestó el secretario General de la UNAM, Leonardo Lomelí Vanegas.
Los tiempos recientes evidenciaron que se requiere cooperación científica, así como acuerdos regionales y globales hacia un frente común ante los retos, precisó.
Al participar en la mesa “Mirada Latinoamericana y Caribeña: la hoja de ruta UNESCO de la educación superior”, convocada por el Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (IISUE), así como por la Unión de Universidades de América Latina y el Caribe (UDUAL), Lomelí Vanegas añadió:
La pandemia que pasamos no sabemos si tendrá el mismo destino que la influenza española de hace más de un siglo, o si es el inicio de una etapa de enfermedades, y esto va a requerir la cooperación científica y farmacéutica, tener acuerdos globales de salud y de ciencia, eso lo hizo evidente esta emergencia sanitaria. Incluso las personas más afectadas en la educación fueron aquellas que no tenían internet, y esa brecha digital puede ampliar la desigualdad.
“Pasemos de declaraciones de ‘internet para todos’, a una realidad, donde tenemos que evitar que los grandes monopolios de las inversiones puedan tener mayor poder de negociación que las universidades. Para eso se necesita que haya posiciones comunes, nacionales, regionales, hacer un frente común”, resaltó.
Nuevos tiempos
En el conversatorio donde se analizó el documento que recientemente presentó la UNESCO, denominado “Hoja de Ruta para la Educación Superior”, durante la clausura de la Conferencia Mundial de Educación Superior (CMES2022), resultado de una conversación global entre mil 800 delegados de 130 países, el director del IISUE, Hugo Casanova Cardiel, expresó que este “solo nos da una pauta, pero no constituye un instrumento detallado”.
De acuerdo con el experto, “la iniciativa no cuenta con un diagnóstico claro de los retos y de la pandemia, es un documento de un mundo feliz, y considero que la educación arrastra problemas de orden estructural por muchos años; parece que le hablamos a otras naciones, no a quienes enfrentan problemas reales con asimetrías sociales”.
Ante esta situación, sostuvo que la cooperación y la competencia son pertinentes en términos analíticos, pero lamentables en términos reales, por lo que un medio adecuado para el desarrollo y el fortalecimiento de las universidades es precisamente la cooperación, “potenciar los mecanismos que nos articulan”.
En su oportunidad, el investigador Emérito del Instituto de Investigaciones Sociales, Eduardo Humberto Muñoz y García, detalló que el estudio de la UNESCO pone énfasis en que los sistemas educativos y las instituciones que los forman caminen hacia mayor apertura y flexibilidad, así como a equidad social e igualdad de oportunidades.
“Los resultados de investigación deben ser producidos en equipos. La hoja de ruta no es destino, es proceso, propone que las universidades cambien en dirección hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, porque no podemos seguir haciendo academia como en los años 60”, afirmó.
En el encuentro -moderado por el secretario General de la UDUAL, Roberto Escalante Semerena- el investigador del IISUE, Alejandro González Ledesma, sostuvo que la crisis del multilateralismo es el problema de fondo en el trabajo del organismo mundial: en un escenario internacional marcado por incertidumbre y desconfianza.
Apuntó que la cooperación y la conducción requieren la construcción de capacidades, y algunas instituciones no son ni sistemas educativos. “Hay que mejorar el acceso a estas, porque existen grandes empresas tecnológicas que se dedican al monopolio de la educación, y pueden dictar algunas normas”.
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