Por: José Manuel Mota Fernández/
El caso de Alicia Cervantes ha dado mucho de que hablar en los últimos días por el bajo sueldo que recibía cuando era jugadora de Atlas, mismo que la orilló a dejar a un lado su paso por el futbol femenil, además de las pocos o nulos servicios que le brindaba el cuadro tapatío.
En entrevista con Mediotiempo, la delantera que consiguió nueve goles el torneo pasado declaró: “Eran mil 500 pesos por mes. Yo no les pedía millones, simplemente les pedía lo justo, creo que por lo que hicimos en colectivo en el torneo y por lo que hice personal, creo que más de una sí nos merecíamos el aumento”, señaló.
De acuerdo con esta información y los números proporcionados por la misma, es evidente la desigualdad que existe en el pago que reciben las integrantes de la Liga MX Femenil, ya que en el caso de Alicia, tendría que jugar aproximadamente 125 años para alcanzar un mes de sueldo de un jugador del torneo varonil.
Carlos Peña, que jugará con Cruz Azul en el presente Clausura 2018, ganará aproximadamente dos millones 250 mil pesos mensuales, de acuerdo a lo publicado por Forbes México, que señala que el jugador se embolsará 74 mil pesos diarios durante su estadía en el cuadro de la noria.
Para que Alicia Cervantes, que ganaba mil 500 pesos mensuales, alcance el sueldo de un día del jugador, debería jugar cuatro años un mes sin parar, ya que la paga diaria de la futbolista ronda únicamente los 50 pesos diarios, tomando en cuenta meses de 30 días.
Esta situación nos lleva a un punto que es más escandaloso, ya que para llegar a los dos millones 250 mil pesos que recibirá el ‘Gullit’ por 30 días de trabajo, tendría que estar en activo aproximadamente 125 años sin descanso que, evidentemente, es prácticamente imposible, tomando en cuenta que la delantera tiene 23 años 11 meses cumplidos.
Pero esta es una situación que perjudica a todas las jugadoras registradas, quienes al estar dadas de alta ante la FMF como “semiprofesionales”, no pueden ganar más de dos mil 500 pesos, según lo publicado por el Diario La Jornada previo al inicio del Apertura 2017.
Problemas desde el inicio
A pesar de que la Liga MX Femenil superó las expectativas en su primer torneo, los problemas extra cancha han ido manchando el nombre de este torneo, principalmente, por la desigualdad que existe en el manejo de las jugadoras en comparación al que le dan a los futbolistas del torneo varonil.
Desde antes que comenzara el Apertura 2017, a mediados del año pasado, saltaron rumores acerca del trato que recibirían las mujeres al formar parte de esta competencia, donde destacaba, entre otras cosas, el no poder embarazarse y esconder relaciones entre las futbolistas en caso de que existieran, para no dañar la imagen de la liga.
A esta situación se le suma el tope salarial antes mencionado, así como la petición de la Federación Mexicana de Futbol a las deportistas, quienes tendrían que lucir femeninas dentro y fuera del terreno de juego, con el fin de no proyectar aspectos negativos a las pequeñas seguidoras de este torneo.
Otra de las situaciones que orillaron a la goleadora del cuadro tapatío a dejar el futbol, fue la falta de servicios que le ofrecía el equipo, al señalar: “Decidí no seguir por mi economía, yo no tenía una casa club, tampoco me estaban dando estudios y aparte era muy poco lo que me estaban pagando”.
Por el momento, Atlas y Rafael Márquez intentan regresar a la actividad a la delantera, sin embargo, sus esfuerzos no han sido fructíferos.
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