Por: Redacción/

La ex pesista mexicana Damaris Aguirre, a quien recientemente se le reasignó la medalla de bronce correspondiente a los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, visitó la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE), en donde fue recibida por su titular, Alfredo Castillo Cervantes.

Castillo mantuvo una plática con la chihuahuense en donde detallaron procedimientos para poder otorgarle el estímulo económico de la presea de Beijing, misma en la que se comprometió con la ex atleta a gestionar este hecho.

Damaris Aguirre, quien inicialmente se instaló -con 245 kilogramos levantados- en la sexta posición de la mencionada justa olímpica, mencionó que reconoce el trabajo del titular de la máxima casa del deporte en México.

“He aplaudido mucho desde que él ingresó a la CONADE el que haya enfrentado la problemática de la federación, yo creo que ningún director de CONADE me había tocado que hiciera esto, y es algo que lo he aplaudido mucho”, comentó la ex halterista mexicana.

Además, habló sobre la labor de Alfredo Castillo al frente de la CONADE, y compartió que fue víctima de su ahora ex órgano deportivo.

“Hay mucha gente que lo ataca y mucha que lo defiende, yo soy de las que lo defienden porque fui víctima de una federación y de una que sigue haciendo de las suyas. Necesitamos más personas como él, que tengan el valor para enfrentar a las Federaciones y todo eso que ellos hacen sin ningún control”, expresó Damaris.

Aguirre ocupó el tercer peldaño tras el anuncio del dopaje, de la rusa Nadezhda Evstiukhina, la bielorrusa Iryna Kulesha y la china Lei Cao, esto en agosto pasado, luego de que la Federación Internacional de Levantamiento de Pesas realizara la modificación en donde se reasignó de lugar a la mexicana en la categoría de 75 kilogramos.

UN FESTEJO CON SABOR OLÍMPICO

Damaris Aguirre ahora forma parte de la gloria olímpica mexicana en Beijing 2008, y su nombre queda escrito junto al de María del Rosario Espinoza y Guillermo Pérez, medallistas de oro en taekwondo, así como Tatiana Ortiz y Paola Espinosa en clavados sincronizados.

“Yo creo que todo deportista de alto rendimiento lo que busca es una medalla olímpica, se da después de nueve años, pero una medalla olímpica es una medalla olímpica ahorita o nueve años atrás”, compartió.

La ex halterista, consciente de que el festejo no es como el de los demás, afirma tener el mismo sabor, al cual le agrega la emotividad de vivirlo ahora con su familia y de darle a México otro metal en pesas, tal y como lo lograría Soraya Jiménez –con un histórico oro- en Sydney 2000.

“Cambia el subirte al pódium el ver tu bandera, pero tuve una ceremonia y no podré decir si la otra hubiera sido mejor o no, pero ahora convivir con mi familia, con mi equipo de trabajo, con mi gente, fue muy emotivo”, concluyó.