Por: Redacción/
Una muestra selecta pero representativa que da cuenta de la cosmovisión de las diversas culturas prehispánicas, así como de la maestría que alcanzaron en el arte de la alfarería es la exposición Voces de barro que se presenta en el Museo Nacional de Antropología.
Inaugurada el pasado 3 de octubre, esta exposición realizada bajo la curaduría del arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma, se encuentra en exhibición en el espacio conocido como la media luna, en la recepción del emblemático recinto y estará abierta al público hasta el 3 de diciembre.
Voces de barro representa un encuentro con el pasado gracias al barro, al que los alfareros mesoamericanos le imprimieron un soplo de vida para representar a un dios, una mujer, un animal o una planta.
La exposición exhibe nueve figuras excepcionales del mundo antiguo, divididas en dos grupos: las que se relacionan con la vida y las que nos dicen algo de la muerte y, en medio, el Dios Viejo y del Fuego, centro del universo.
El espectador podrá admirar la gran belleza y simbolismo que encierran estas piezas pertenecientes a diferentes culturas y que resguardan las colecciones del Museo Nacional de Antropología y el Museo del Templo Mayor.
El Sol maya que data del periodo clásico de esa cultura y que fue encontrado en Palenque, Chiapas, muestra el rostro solar con toda clase de atributos y adornos que culminan e la parte alta con un tocado de ave.
Tláloc, procedente de Tehuacán, Puebla, como muchas deidades tiene un lado positivo y otro negativo, pues podía brindar el agua para la cosecha, pero también negar la lluvia al hombre trayendo la sequía.
El Brasero mexica, encontrado en Tláhuac y que data del periodo posclásico tardío, entre los años 1250 y 1521, da cuenta del gran detalle con que los alfareros trabajaban el barro e incluso del uso del color que le imprimieron y que aún resguarda.
De Acaponeta, Nayarit, se exhibe la estatuilla de una mujer, perteneciente a la tradición de las tumbas de tiro, la cual data de entre los años 200 y 600.
Al centro de la muestra está Dios Viejo y del Fuego de la cultura totonaca, pieza del periodo clásico entre los años 150 y 650, encontrado en Veracruz. La figura se muestra como un anciano encorvado que sostiene un brasero que representa el símbolo de Dios.
El recorrido continúa con la Representación de Murciélago, Biguidi Beela, figura zapoteca de una deidad que según el mito, muerde el clítoris de la diosa Xochiquetzal y con su sangrado comienza el ciclo femenino de la vida y la muerte.
Los asistentes también podrán admirar la figura de Mictlantecuhtli, realizada por la cultura mexica entre 1481 y 1486. Se trata del Señor del Inframundo, quien recibía a las almas que llegaban al nivel más profundo, el noveno, y que tenían que emprender un viaje de cuatro años por el inframundo para encontrarse con él.
Finalmente se encuentran dos piezas finamente elaboradas en las que se puede admirar el gran trabajo de la alfarería precolombina: Guerrero águila, de la cultura mexica y Felino, pieza zapoteca, perteneciente al protoclásico de Monte Albán II.
Voces de barro muestra la creación de los diversos pueblos mesoamericanos y deja que las piezas hablen por sí mismas, ya que cada una guarda su propia expresión y nos transmite un mensaje de varios siglos.
La muestra estará abierta al público hasta el 3 de diciembre en el Museo Nacional de Antropología, en Avenida Paseo de la Reforma y Calzada Gandhi, colonia Chapultepec Polanco, de martes a domingo de 9:00 a 19:00 horas.
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