Por: Redacción/
Un diálogo entre el pasado y el presente a través de la recuperación creativa de la expresión humana más universal es la muestra Rupestre. 7000 años de arte contemporáneo que fue inaugurada este lunes 3 de septiembre en el Museo Nacional de Antropología.
En el marco del 50 aniversario de la presencia de la UNESCO en México, dicha instancia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) presenta esta exposición integrada por piezas realizadas por 12 artistas contemporáneos influenciadas por el arte rupestre de nuestro país.
Durante la inauguración de la muestra, que se exhibe en el vestíbulo del recinto de Reforma, Diego Prieto, director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), destacó que los artistas se expresan en una exposición no sólo creativa, sino también de recuperación de la experiencia humana universal.
Rupestre, dijo, muestra “que el pasado ha de conectarse con el presente y que el patrimonio cultural no es una colección de cosas viejas, sino que tiene que ver con los sentidos, que estos bienes, estos saberes, estas expresiones, estas imágenes nos provocan, con el sentido de pertenencia, con los universos simbólicos que ahí están plasmados y que tenemos constantemente que recrear”.
El director del INAH recordó que las pinturas rupestres son semejantes en todo el mundo, pueden estar en el norte de Europa o en la sierra de Baja California Sur, como también son semejantes con muchas expresiones de las vanguardias en las que uno no sabe qué tanta influencia tienen los artistas de los prehistóricos o qué tanto piensan igual las cosas.
Esta exposición, añadió, es un acierto que articula de manera virtuosa el pasado y el presente, “7 mil años de presencia humana y otros más, miles de años en América, con estos 50 años de presencia de la UNESCO en nuestro país y también la arqueología con la antropología, la historia con la creación contemporánea, la imaginación con la ciencia”.
A través de sus obras, los artistas apelan a un diálogo que es necesario entre el hombre contemporáneo y el milenario, un diálogo que siempre será fructífero como lo es el que debe darse entre los diversos que actualmente habitamos el planeta.
Por su parte, Nuria Sanz, representante de la oficina de la UNESCO en México, señaló que el arte rupestre pertenece a toda la humanidad, pues son más de 150 países en el mundo los que cuentan con archivos nacionales de arte rupestre. Después de más de 200 mil años de recorrido, el Homo sapiens llega a América y no hay país en este continente que tenga más acervos rupestres in situ, tan numerosos y diversos, como México.
A 70 años de la creación de la UNESCO por decisión mexicana y a 50 años de que se instalara en nuestro país la primera oficina fuera de la sede en París, en esta exposición los artistas plásticos muestran que la mejor manera de acercarse al arte rupestre es dejarle hablar en términos creativos.
Y es que, dijo, las pinturas rupestres son un arte tan profundo para la creación contemporánea que un grupo de artistas actuales no sólo fue a verlas en sitios como Oaxaca y Guanajuato, sino que incluso se puso a trabajar en esos lugares.
Nuria Sanz indicó que el arte rupestre es lo que más une el tiempo de la creación plástica humana, pues está en todas las geografías del planeta, pero que lamentablemente se está perdiendo, por lo que Rupestre es una muestra de la riqueza creativa actual, pero también un mensaje de conservación.
La exposición es una partitura de todos: monotipos, acrílicos, frescos, collage, pigmentos oleosos y tinta china, pero también instalación y video, son las obras realizadas por los 12 artistas contemporáneos entre los que destacan Alberto Castro Leñero, Teresa Cito, Perla Krauze, Roberto Rosique, Susana Sierra y Paloma Torres.
Este miércoles 5 de septiembre se presentará el catálogo de Rupestre. 7000 mil años de arte contemporáneo en la Sala Tláloc del Museo Nacional de Antropología, que según Nuria Sanz es el recinto idóneo para albergar esta exposición.
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