Por: Redacción
Alegres coreografías basadas en tradiciones mexicanas, coloridos vestuarios, música en vivo y canto, llevó el Ballet Folclórico de la Universidad de Guadalajara (UdeG) al escenario del Palacio de Bellas Artes, en la presentación con la que concluyó su gira de celebración con motivo de su 50 aniversario.
Con un programa que exhibió el patrimonio cultural de México, específicamente de los estados de Oaxaca, Veracruz, Chiapas y Jalisco, la agrupación actualmente dirigida por Carlos Ochoa provocó ovaciones de parte de los espectadores durante la función, ante una pletórica Sala Principal del recinto de mármol.
Un total de 48 bailarines y 36 cantantes de coro, acompañados de la música en vivo generada por conjuntos de marimba, jarocho y un mariachi, mostró la diversidad y riqueza cultural del país con tradicionales sones, corridos, danzones, y bailes regionales.
Previo al inicio de la función, Igor Lozada, secretario de vinculación y difusión cultural de la UdeG, expresó que la danza folclórica es un recuerdo vivo de las raíces mexicanas desde lo más profundo de sus tradiciones.
Apuntó que su presentación en la máxima casa de la expresión de la cultura nacional es especial porque se celebran 50 años de historia y tradición, y de llevar el nombre de México por el mundo.
La presentación además de presentar los bailes y cantos, trasladó a los presentes por los distintos escenarios naturales de México, través de proyecciones digitales.
La primera parte de la velada abrió con la coreografía Danza Astral, inspirada en la cultura prehispánica azteca, misma que atrapó la atención de la audiencia por el llamativo vestuario y utilería.
En la que fue la segunda presentación de la agrupación en Bellas Artes, la primera fue en 1992 con motivo de su 25 aniversario, se pudo disfrutar de los cuadros regionales más atractivos de su repertorio, entre los que se incluyen Jalisco, Veracruz, Oaxaca y Chiapas.
Ataviados con vistosos atuendos, muchos de ellos confeccionados en las mismas regiones a la que corresponden los montajes dancísticos, los bailarines redondearon el espectáculo de casi dos horas de duración con las coreografías de Quetzales y la interpretación de Corridos mexicanos.
El punto máximo del evento llegó con la interpretación del cuadro regional Jalisco. La entrada del mariachi generó la emoción en la audiencia que los recibió con bravos y chiflidos de fiesta, posteriormente subieron los bailarines con elegantes trajes charros, mientras que las féminas hicieron lo propio ataviadas en vestidos amplios de color amarillo, típicos de la región.
Con la interpretación de los géneros del jarabe y el son, acompañadas de las piezas musicales Guadalajara, El astillero, El son de la negra, El jarabe tapatío y La culebra, el Ballet Folclórico de la Universidad de Guadalajara se despidió en medio de la fiesta y la ovación.
El Ballet Folclórico de la Universidad de Guadalajara fue creado oficialmente en 1966, bajo la dirección de Rafael Zamarripa. Ha visitado países como Alemania, Inglaterra, Bélgica, Francia, Suiza, Polonia, Israel, Portugal, Cuba, Rusia, Venezuela, Costa Rica, Chile, Canadá, Estados Unidos, Australia, Japón, India, Holanda, Luxemburgo, Bolivia, Perú, Guatemala, Brasil y Colombia, entre otros, adquiriendo así altos niveles de reconocimiento que lo han llevado a ser considerado patrimonio de Jalisco.
Uno de los mayores logros del Ballet Folclórico ha sido el recrear un estilo coreográfico y escénico propio, en que las distintas danzas tradicionales se acompañan de música viva, ejecutada por conjuntos cuyos instrumentos musicales son igualmente característicos de las regiones que se representan.
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