Por: Yunuen Torres/
Erick Cervantes, también conocido como Sisde o El pato gacho empezó su labor como tatuador por casualidad, derivado de frustración y cansancio de su anterior trabajo. Todo inicio por el impulso de una amiga que le pidió consejos para dibujar porque estaba empezando a tatuar, le dio curiosidad y se compró su primer kit. Al principio todo esto era una alternativa para dejar de hacer su trabajo anterior y obtener un ingreso económico.
Conforme se fue metiendo más a este ámbito empezó a tomar cursos, seminarios e inicio su relación con gente que formaba parte del mundo del tatuaje los cuales le sirvieron como apoyo para adquirir más conocimientos y mejorara su técnica artística.
Más allá de ser tatuador, Erick, tiene un amplio desarrollo en la escena del grafiti, esto le ha ayudado totalmente para su despertar creativo y que su gráfica y técnica en sus tatuajes sea así.
Ahora gran parte de sus dibujos tienen que ver con esta inspiración, la distorsión de la realidad, figuras y algunas veces darle una esencia de caricatura o cómic.
El trabajo de Sisde es caracterizado por ser algo 100% original, cuando le piden diseño el siempre procura escuchar a sus clientes, ver qué cosas se le ajustan, con esto poder hacer bocetos y al final dar propuestas, haciendo un ping pong de ideas y que ambas lleguen a un acuerdo.
“Me gusta que ambas partes queden satisfechas, tanto la persona se vaya feliz con su tatuaje y que yo también me sienta satisfecho con el resultado”
¿En tu experiencia como tatuador, cómo vez la muerte y cómo lo representas?
Me he dado cuenta que muchas personas somatizan ciertos dolores con los tatuajes, influye a veces en la zona. Luego más si tiene que ver con alguna perdida o algo relacionado, creo que muchas personas inconscientemente lo hace, me ha tocado que da la coincidencia que ese día se hacen no sé cuánto o que es el aniversario luctuoso o que apenas perdieron a una persona o hasta un animal. Es muy común que las personas traten de guardar el recuerdo, lejos de tenerlos en una foto, prefieren tenerlo en su piel. – Suspira y continua – Creo que el dolor que se siente cuando se hace un tatuaje de ese tipo es distinto.
¿Cuál es la anécdota que recuerdas más relacionado a esto?
Hmmm… ¿Cuál podría ser?… Es que sinceramente si me han tocado varios – Se ríe – Sí, si han sido varios… y más porque yo no hago como tal retrato o cosas así. Realizar un tatuaje de este tipo se convierte en algo más profundo, porque llega la gente y te cuenta lo que están sintiendo, como era la persona y no sé, eligen algún objeto, algo que los recuerde.
No puedo decirte exactamente una anécdota, pero sí, la mayoría se tatúa algo referente a objetos y recuerdos, ¿sabes? Porque yo sé que muchas personas al hacerse el tatuaje, están somatizando su dolor y la sesión a veces hasta se convierte en terapia. Ellos empiezan a sacar todo eso y pues… lo sacan mientras sienten dolor y al terminar como que descansan ¿me entiendes? El tatuaje es como una experiencia totalmente distinta, porque lo recuerdan a pesar de que lo van a tener ahí para siempre, el proceso lo recuerdan mucho y como que eso hace que se generen lazos entre las personas y yo… O sea más que clientes se vuelven mis amigos porque prácticamente se abren totalmente y expresan lo que sienten y terminas haciendo un vínculo.
En este vuelo de ideas, las personas llegan contigo y se abren en este trance de recordar a alguien y te dejan a ti la responsabilidad – ja ja, si exacto – de que tu le marques en su piel ese recuerdo a esa persona que fue tan importante para ellos ¿Qué te mueve? ¿Qué te genera todo eso de que te digan “tu dale”?
–Entre risas respondió– Sí de hecho cae mucha la responsabilidad ¿sabes? Yo me siento con el compromiso de que tengo que hacer un trabajo que obviamente cumpla con las expectativas que tienen o más y que obviamente sea un buen homenaje, porque más que otra cosa es eso un homenaje y un recuerdo a ese ser que perdimos, me es en cierto punto hasta desgastante, porque obviamente soy empático, para poder llegar a resolver el diseño y obviamente tengo que sentir lo que la persona está sintiendo y se vuelve en algo emocionalmente desgastante, pero al final la satisfacción es mutua con la persona, porque el resultado a veces es mejor de lo que ellos esperan.
Obviamente no es fácil que una persona se abra y conforme la plática de las sesiones lo van soltando, porque casi siempre que los estoy tatuando es cuando se sueltan y me dicen “oye estoy sintiendo esto aquí… o acá” u observo que de repente están brincando o que están inquietos y pues yo sé que es algo así, y los empiezo a guiar para que se suelten, les digo que si es necesario que lloren lo hagan, hablen conmigo, etc. Con esto empiezan a abrirse poco a poco, por la confianza, porque están viendo algo que yo sé cómo se siente.
Porque pues ahora si que me he tatuado por situaciones similares, sabes por lo que está pasando la persona, sabes cómo guiarla tal vez para que puedan sobrellevar el dolor y no solo aguantarlo, que lo liberen, que saquen todo lo que reprimieron en algún momento, considero que la sesión es buena para que saquen absolutamente todo.
Es que aparte de tatuador, llegas a ser un amigo y terapeuta en el momento ¿Cierto?
Sinceramente sí, cuando menos me di cuenta ya estaba haciendo eso, – entre risas comentó – me dio el síndrome de taxista. Pasas muchas horas con la persona y sinceramente se me hace eterno estar callado durante la sesión, y hay mucha banda que se pone sus audífonos y se desconecta, es respetable pero a mí se me hace muy tedioso estar a un lado de alguien cuatro horas en silencio, no… simplemente no me late.
O sea, al menos yo, siempre que voy a tatuarme, siempre hay una plática siempre hay un momento recreativo. Yo que tatuo y voy a que me tatúen aprendo otras cosas, igual, haces amigos, y pues… por eso me gusta socializar mientras hago mi chamba
¿Qué te transmite al final realizar esos tatuajes?
Pues, una gran satisfacción sinceramente, o sea al final, ya que por fin lo ven antes de la foto y me dicen algún comentario, en ese momento yo siento mucha satisfacción de decir “yaaaa” y ambos quedamos satisfechos con el resultado, el homenaje y eso genera felicidad, noto la manera como ha mejorado mi trabajo y sobre todo que ambas partes estemos satisfechas con el resultado.
Observando, tus dibujos nos percatamos que tienes diseños del día de muertos ¿Cómo surgió todo esto?
Pues mira, ya estando más metido en esto, me di cuenta que tenía como distorsionada mi identidad, la sensación de dónde eres y eso, entonces cuando empecé a ver… me fui al Museo de Antropóloga y vi las figurillas. M e empape un poco de cultura y recibí un cachetadon, para mí fue como decir “We, ¿Por qué me he estado negando a todo esto si es parte de mis raíces?” al menos nací en México y tengo que saber que pedo y eso despertó mi curiosidad y empecé a ver toda la riqueza que teníamos, figurillas, juguetes, artesanías y realmente hay de todo.
En las oportunidades que he tenido de visitar pueblos o con familia que todavía vive en pueblos así y ver la manera cómo viven, lo que utilizan y así y de repente eso inspira mi trabajo, dibujo las cosas que veo, o sea, esto del día de muertos, es algo que cada año se ve, entonces así como que quise hacer una versión de lo que siempre piden, solo que algo original.
Porque al igual, estoy 100% clavado en hacer mis diseños de autor o sea que el tatuaje sea único para cada persona, intento hacer versiones diferentes por ejemplo la calaverita de dulce, el pan de muerto, una flor, o sea trato de hacer una versión que solo a quien realmente le guste lo va a tener y lo va portar con el gusto de decir “Soy el único que lo tiene y si lo ves en alguien más, pues me lo copiaron”
Así como tengo los de días de muertos, tengo diseños de Halloween, navidad… – Dice con ironía – realmente no hago temáticas navideñas, pero si he hecho juguetes que yo quería, pedía o con los que jugaba de morro. Trato de buscar opciones respecto a la temporada que no sean ya choteadas… tan comerciales. Intento que todo sea más auténtico, algo que tal vez… pues (suspiro) tal vez si me cierro al mercado al querer ser exclusivo pero me gusta más que la persona que lo vea y lo tenga en serio diga “no mames me gusta, lo quiero y aquí lo tengo yo” prefiero eso a tatuar cosas que sean cada vez más comerciales y repetidas.
¿No tienes ese conflicto de que te pidan un diseño que ya hiciste?
Pfff… Sí. Sí me ha tocado varias veces que me dicen “es que me gustó mucho ese…” pero emm… trato de llegar a un punto en el que les digo…no lo puedo repetir pero podemos hacer algo similar y les pregunto otras cosas, y les hago un nuevo diseño basado en ese, pero ya con otros elementos que les gustan más a ellos entonces ya se hace otra versión pero diseñada específicamente para la persona.
Entonces así ya cada quien tiene un tatuaje único y no se repite la misma idea. Porque pues esa es mi esencia, darles un diseño único.
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