Por: Redacción/
La ópera Hansel y Gretel, a cargo del Teatro de Marionetas de Salzburgo, se presentó en la edición XLVI del Festival Internacional Cervantino, trayendo la magia de muñecos manipulados con hilos, una tradición que data de hace 105 años y es toda una tradición en Austria.
La puesta en escena, presentada el jueves 26 y el viernes 27 de octubre en el Teatro Juárez, hizo realidad el encanto evocado por los títeres que dieron vida al par de hermanos que se internan en el bosque y, cansados, llegan hasta una casa hecha con pan de jengibre, donde vive una bruja. La ópera se encuentra entre las más populares para público infantil.
Esta representación escénica con música de Engelbert Humperdinck, libreto en alemán de Adelheid Wette, se estrenó en Viena en 1893 bajo la dirección de Richard Strauss, ahora llega al FIC con montaje a cargo de Hinrich Horstkotte.
En conferencia de prensa, el titiritero Philippe Brunner, director de la compañía de 10 titiriteros profesionales, explicó detalles de esta puesta en escena que es parte del programa Cervantino para Todos (CPT), incluso dio una breve demostración del manejo de una de las marionetas.
“El objetivo del espectáculo es hacer trabajar la imaginación y mucha gente después del verlo dice que vio a los muñecos mover sus manos; en realidad fue una ilusión, pues entró de lleno en la historia con los personajes”, comentó.
Refirió que las marionetas miden 70 centímetros y tienen todas las articulaciones de un ser humano. Cada una se mueve a través de 12 hilos que llegan a medir más de dos metros. Explicó aspectos del oficio que requiere más de siete años de preparación; es un trabajo de muchas horas donde se forman en música, teatro y aprenden a mover las marionetas.
Destacó su interés por transmitir este arte porque “queremos llevarlo a las generaciones jóvenes. La gente quiere venir a ver títeres”.
No Comment