Por: Redacción/

Con el ciclo de charlas “Cabildeando los asuntos del Panteón de San Fernando”, organizado por el Museo Panteón de San Fernando, recinto de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, el Salón de Cabildos del Antiguo Palacio del Ayuntamiento ofrece a sus visitantes relatos históricos como la conferencia “El ritual de la muerte niña”.

Mireya Bonilla Matus, curadora, historiadora del arte y especialista en fotografía histórica, dictó el lunes 21 de octubre la charla durante la cual refirió que en México, del periodo que va del siglo XVII a principios del XX, existía la costumbre conocida como “la muerte niña”, que consistía en hacer una representación gráfica de los infantes que morían, primero a través pinturas y luego con la incipiente fotografía.

Este ritual inspirado en la fe católica permitía no sólo conservar un recuerdo del ser querido, sino también rendirle homenaje y aliviar un poco la tristeza por la irreparable pérdida, expresó Bonilla Matus.

La representación de la muerte ha sido una constante en la historia de la humanidad, explicó la especialista, pues recordó que se encontraron en Egipto en el siglo I, ya en el periodo romano, pinturas que acompañaban a algunas momias, en las que se dibujaban a los difuntos en poses de seres vivos con algunos adornos, objetos que se conoce como los Retratos de El Fayum.

En México, indicó, los infantes primero fueron representados en pinturas, dando la impresión de estar vivos en el cuadro, pero en el pie de la obra se leía su fecha de fallecimiento. También se les pintaba muertos y en las representaciones pictóricas se puede ver el estatus económico de la familia, pues aparecían ataviados con joyas o atuendos de alguna orden religiosa.

Ya en el siglo XIX, en México la fotografía sustituyó a la pintura en el caso de “la muerte niña”, dijo más adelante Mireya Bonilla, e incluso había anuncios en los periódicos que promocionaban a fotógrafos especializados en retratar muertos.

Finalmente, la especialista expresó que estos retratos y los rituales de los velorios “cumplían una función de aliviar un poco la tristeza por la muerte de los niños, quienes se consideraba que entraban directo al cielo; se les vestía de virgen en el caso de las niñas o de santos en el de los varones”.

En la conferencia también estuvo presente Antonio Cortés Muñoz, responsable del Museo Panteón de San Fernando, quien comentó que el ciclo de conferencias “Cabildeando los asuntos del Panteón de San Fernando” continuará en el Salón de Cabildos del Antiguo Palacio del Ayuntamiento (Zócalo capitalino) el miércoles 23 de octubre, a las 18:00 horas, con la charla “La muerte niña”, a cargo de la arquitecta Julia Santa Cruz. Entrada libre.