Por: Redacción
A veinte años de su muerte, el destacado ingeniero, periodista, artista y académico, Heberto Castillo Martínez (1928-1997), fue recordado como un político de ética inquebrantable por el Secretario de Cultura de la Ciudad de México, Eduardo Vázquez Martín, en compañía del doctor Juan Ramón de la Fuente, el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y el padre Miguel Concha Malo, en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco.
A través de la mesa redonda “Heberto Castillo Martínez: Ingeniero, político, artista” —que se llevó a cabo la tarde de este jueves en presencia de la hija del recordado, Laura Itzel Castillo Juárez, y de su viuda Teresa Juárez, presidenta de la Fundación Heberto Castillo Martínez A.C.—, los ponentes enfatizaron los pensamientos, principios, ética y legado que el destacado ingeniero brindó a la vida política de México.
El padre Miguel Concha Malo, director del Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Victoria, fue el primero en tomar la palabra para recordar su ardua labor en busca de la libertad y la justicia, su visión de la política como un servicio al bienestar común, su lucha por la democracia y su incansable gusto por la verdad colectiva.
“Perseguir a la verdad, pero la verdad colectiva, ha sido mi empeño consciente de los últimos 20 años”, citó Concha Malo a Heberto Castillo, “he aprendido en ese lapso que la mejor manera de conocer es conocer con los demás, colectivamente; ver con mis ojos, pero también con los ojos de los demás, y he aprendido que para hacerlo debo decir mi verdad sin tapujos”.
Concha Malo destacó la pertinente visión que el reconocido ingeniero y político tenía de la sociedad, donde se garantice no sólo la propiedad social de los medios e instrumentos de producción, sino también del poder: “Cuando el poder político permanece en manos de unos cuantos como propiedad privada, así sea una sociedad socialista, surge la corrupción y el abandono de las causas populares”, citó Concha Malo, figura medular en la defensa de los derechos humanos en México.
En este sentido, la visión humanista y ética de la política de Heberto Castillo fue destacada por el Secretario de Cultura capitalino, Eduardo Vázquez Martín, quien señaló: “La política no debe ser una forma de acceder al poder y administrarlo en beneficio propio, sino una herramienta social para organizar al pueblo y a las comunidades en favor del bien común”.
Aseguró que la ética y la política fueron siempre indivisibles a los ojos de Heberto Castillo, una unidad dialéctica cuya acción política consideró como una forma de la ética, con su participación en el Movimiento de Liberación Nacional —impulsado por el General Lázaro Cárdenas—, su activismo solidario con campesinos, trabajadores, médicos, ferrocarrileros, presos y estudiantes del movimiento de 1968, así como en la creación del Partido Mexicano Socialista, pero sobre todo, por “considerar también la política como un espacio de formación personal”.
Su visión abierta al diálogo guió el pensamiento político de la izquierda en México, proponiendo “el amor a los oprimidos en lugar del odio a los opresores”, aseguró Vázquez Martín; dejó atrás una visión monolítica y totalitaria del pensamiento crítico del capitalismo y de la izquierda doctrinaria que levanta muros, para abrir paso “a un pensamiento que miraba más la historia de México y el pensamiento libertario que se había generado desde los movimientos de Independencia y la Revolución Mexicana”.
“La fortaleza que lo hizo inquebrantable, no tiene que ver con esta tradición de hombría machista y sacrifico a toda costa, yo intuyo que tiene más que ver con el amor. Su amor al conocimiento, al pensamiento científico y la razón: en tiempos de propagandismo del odio —tradición oscura de la izquierda—, apostó por la solidaridad y la empatía con el otro”, explicó Vázquez Martín.
El también poeta y promotor cultural resaltó la búsqueda de Heberto Castillo por la unidad, considerada como la suma de voluntades a través de un proceso de reflexión sobre lo común, que comparó, mediante una metáfora social, con su creación de la tridilosa —sistema de construcción de estructura tridimensional—.
“Esa estructura capaz de repartir los pesos aumenta la ligereza y la flexibilidad, es decir, es encontrar la fortaleza a partir de repartir y de compartir la carga, es su potencia unificadora contra las columnas y la idea de soportar el peso”, consideró Vázquez Martín.
El doctor Juan Ramón de la Fuente, Coordinador del Seminario de Estudios sobre Sustentabilidad en la UNAM, añadió que esa búsqueda de unificación nunca tuvo su sustento en la sumisión, ni en la imposición, sino siempre en el análisis, la reflexión y la congruencia, que defendió valientemente ante amenazas, persecuciones, difamaciones y encarcelamiento.
“Heberto Castillo fue un político que surge de la ciencia y la academia y logra conjugarlas. La ciencia y la cultura siguen siendo los hilos delgados que terminan pagando siempre los desatinos de la política económica con recorte de recursos. Por eso vine a celebrar y a reivindicar, en nombre de él, la virtud de la política y de la academia en beneficio de nuestro país”, concluyó Juan Ramón de la Fuente.
En el Auditorio Alfonso García Robles, el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, Coordinador de Asuntos Internacionales del Gobierno de la Ciudad de México, enumeró que la defensa de la soberanía, del petróleo y los recursos naturales, así como el combate a la corrupción, fueron los principios que movieron siempre al ingeniero Heberto Castillo, a quien conoció cuando cursaba sus primeros años en la carrera de ingeniería civil.
La lucha del movimiento estudiantil de 1968 y la prisión de Heberto Castillo en Lecumberri fue lo que lo llevó a dejar de ser el maestro universitario, destacó Cárdenas Solórzano, para convertirse en el activista político en defensa de los mejores valores y las mejores causas del país.
“Su actividad política estuvo a favor de las causas populares y la unificación por convicción. Heberto nos hace falta, pero está siempre presente en la memoria y en las luchas de todos aquellos que estamos buscando que sean realidades, aquellas causas que él tomó”, concluyó el político mexicano, hijo del General Lázaro Cárdenas.
Al inicio del acto conmemorativo, la hija del político veracruzano destacó que su padre pudo encontrar en la pintura un desahogo y una liberación espiritual, por lo que informó que la pintura La universidad en Lecumberri será donada por la fundación al recinto anfitrión. Asimismo, señaló que el 2 de octubre de 2018 será estrenada la cinta Si te agarran te van a matar, dirigida por el cineasta Ángel Flores, que conmemorará el medio siglo de los acontecimientos de 1968.
La mesa, moderada por Ricardo Raphael de la Madrid, Director General del Centro Cultural Universitario Tlatelolco, se enmarcó en la exposición Mejor la verdad: Heberto Castillo Martínez, exhibida —hasta el 18 de junio— en la Sala de Exposiciones Temporales del Memorial 68, con motivo del 20 aniversario del fallecimiento del ingeniero y político mexicano.
La iniciativa cuenta con el apoyo de la Fundación Heberto Castillo Martínez, A.C. y de la Universidad Nacional Autónoma de México, con acervos del Museo de la Caricatura e Historieta Joaquín Cervantes Bassoco, del Archivo General de la Nación y del Centro Cultural Universitario Tlatelolco.
Integrada por cerca de 200 objetos, la exhibición muestra el singular papel que desempeñó Heberto Castillo en la vida pública durante más de cuatro décadas, por lo que el público podrá encontrar documentos políticos, correspondencia, caricaturas, bosquejos, retratos familiares, cuadernos de notas, discursos, publicaciones de ingeniería y columnas periodísticas.
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