Por. Redacción/
Un recorrido por más de 300 años de uso, dentro del arte, de uno de los colorantes nativos de México que ha sido utilizado por artistas como Tintoretto, Van Gogh, Renoir, Tiziano y Velázquez, se presenta a partir del 10 de noviembre en el Museo del Palacio de Bellas Artes.
La exposición Rojo mexicano. La grana cochinilla en el arte, presenta 49 piezas de 16 colecciones nacionales y 21 obras de 11 acervos internacionales en cinco módulos, que abarcan el uso de este material en los textiles y las artes plásticas, sus connotaciones religiosas y su utilización como símbolo del poder civil, además de ser imagen de la ostentación durante siglo XIX.
En el recorrido para medios por esta exposición estuvieron presentes Lidia Camacho, directora del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA); Miguel Fernández Félix, director del Museo del Palacio de Bellas Artes y el curador Georges Roque.
Miguel Fernández Félix celebró que en esta muestra se presenten por primera vez en México las obras La recámara de Van Gogh en Arlés y La deposición de Cristo, de Tintoretto, piezas emblemáticas que nos hablan de la aportación de este material mexicano al arte internacional.
Refirió que la investigación para evaluar grandes obras del arte nacional e internacional que contienen en sus trazos grana de cochinilla se llevó a cabo por expertos de la UNAM, el Metropolitan Museum of Art, el Museo Nacional del Prado, el Rijksmuseum y el Art Institute of Chicago.
“Es un sueño hecho realidad porque ha conjuntado a instituciones de muchos países para ahondar en esta aportación de México al mundo, no sólo en el arte, sino en lo económico, lo político y social”.
La directora del INBA dijo que el insecto del nopal llamado grana cochinilla se encuentra presente en los murales, textiles y cerámica de nuestros antepasados, así como la gastronomía que nos heredaron, hasta que llegó a ser un material que utilizaran los grandes artistas de Europa, entre ellos Van Gogh, quien lo aplicó en al menos 40 de sus obras.
Miguel Fernández Félix explicó que el cuadro de gran formato Historia de los colorantes en México, realizado en 1964 por Raúl Anguiano, recibe a quienes visitan esta muestra como símbolo de su temática, el cual muestra desde el cultivo de la grana, en el pasado prehispánico, hasta los modernos procesos químicos.
El curador Georges Roque dijo que nunca se había realizado una exposición con esta temática, la cual no tiene que ver con el color rojo, sino con un material tradicional de México que cambió la historia del arte y que se encuentra presente en todos los códices del México antiguo.
Mencionó que desde la Edad Media la industria textil utilizó este material en paños, cortinas y tapices de Venecia, Sevilla, Amberes y Ámsterdam, que después se aplicó a esculturas polícromas de madera.
El costo elevado de la grana cochinilla propició que tener indumentaria o mobiliario teñido con este pigmento fuera un privilegio reservado a la élite de Europa y América. Con su color se reafirmaba el estatus de los personajes pintados por los artistas, que a menudo mostraban mantos y paños rojos.
El curador agregó que en el siglo XIX se presenta un cambio de postura ante el uso de la grana cochinilla en la sociedad europea, lo que provocó que fuera utilizada cada vez menos como símbolo de poder, sin embargo siguió siendo aplicada a los cuadros de artistas impresionistas, neoimpresionistas y posimpresionistas, pero además se extendió hasta las estampas japonesas de ese periodo.
Durante el recorrido inaugural el público pudo apreciar, además de las mencionadas obras de Van Gogh y Tintoretto, el lienzo Cueva del Gallo, que se remonta a 300 años antes de Cristo, además del Mapa de orientación de la ciudad de México de 1737, que contiene un código de colores elaborado con grana de cochinilla.
También se encuentra la pintura Judith y Holofernes, de Doménico Robusti; El martirio de Santiago, de Francisco de Zurbarán; El martirio de Santa Giustina, de Paolo Caliari y La virgen con el niño, de Sebastian López de Arteaga.
Destaca el lienzo de pequeño formato Cabeza de Cristo, de Domenikos Theotokopouos, el Greco; el biombo de gran formato realizado en 1670 y titulado Las artes liberales y los cuatro elementos, con figuras que representan a la gramática, astronomía, retórica, geometría y aritmética.
El lienzo Retrato de hombre en armadura, de Tiziano Vecelio recibe a los visitantes en el modulo dedicado al poder civil, donde también figura el Retrato del príncipe Charles Louis, de Anton van Dyck, así como el Retrato de Sir Nicolas Vansittart, de Thomas Lawrence.
Mención aparte merece el cuadro Buenos días señor Gauguin, realizado en 1889 y en el que Paul Gauguin hace un guiño al título de otro famoso cuadro de Gustave Coubert.
Lidia Camacho agregó que de forma paralela a la exposición se llevarán a cabo talleres para abundar sobre este producto que hoy sigue siendo producido por 16 estados de la República.
La exposición Rojo mexicano. La grana cochinilla en el arte, se inaugura el próximo 10 de noviembre en el Museo del Palacio de Bellas Artes, donde permanecerá hasta el 4 de febrero de 2018.
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