Por: Redacción/
Una fábula divertida y heroica que reflexiona sobre el valor del respeto y la verdadera amistad fue la puesta en escena interpretada por el Taller Universitario de Teatro (TUT) de la Unidad Azcapotzalco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) como parte de una jornada lúdica.
Rigoberto entre las ranas, farsa en un acto del reconocido escritor y dramaturgo Jorge Ibargüengoitia, narra la historia de un niño solitario con el que nadie quiere jugar y que es rechazado a causa de su nombre: ¿Y tú crees que vamos a jugar con alguien que se llama así? ¡Nunca!, le dicen los otros niños.
Sin embrago, Rigoberto encuentra un grupo de alegres y simpáticas ranas llamadas Espiridión, Agapito y Fenobarbital, a quienes les gusta jugar en un estanque y que lo quieren y aceptan tal como es.
Luego de que en un acto de magia el viejo Don Pafnuncio Gándara lo convierta en rana, sus amigos de cuatro patas le enseñan la importancia de aceptar las diferencias, sin embargo, aunque se divierte mucho en su nueva condición llega un momento en que desea volver a ser niño, lo que logrará con ayuda de una niña llamada Rosita.
Es así como el protagonista realiza un viaje heroico, sufre una metamorfosis real y siendo un anfibio logra un trabajo memorable, gracias a lo cual recupera su dignidad y les da a todos una gran lección.
Títeres coloridos, muñecas de trapo y una escenografía de papel fueron parte de esta obra que busca enaltecer valores como el respeto y la tolerancia, así como erradicar las conductas de rechazo y segregación.
En entrevista, Juan Pablo Villalobos, director del TUT, indicó que esta es la primera vez que la obra se monta con títeres, con el objetivo de que el mensaje llegue de forma directa y se establezca una mejor conexión con el público. “Parte de la propuesta es que sean muñecos caseros para mostrarle a los niños que ellos pueden hacer teatro con cualquier cosa y detectar ciertas actitudes en los títeres”.
Aunque esta faceta de Ibargüengoitia es poco conocida, agregó, sus obras infantiles también poseen una carga de humor, ironía y un fuerte sentido crítico, “al tratar temas que nos llevan a reflexión y nos invitan a repensar nuestras conductas”.
Todos “podemos hacer un trabajo heroico, algo que solamente nosotros llevemos a cabo y lo importante en esta historia es que los niños vean cómo las ranas tienen cualidades específicas, ya que son tolerantes, alegres y juguetonas”.
El también actor y clown apuntó que el teatro es un artículo de primera necesidad que “nos ayuda a replantearnos muchas cosas, a observar conductas y cuestionar aspectos de nosotros mismos”, por lo que el teatro promovido por la Casa abierta al tiempo ha sido muy importante.
El TUT de la Unidad Azcapotzalco realiza tareas de enseñanza, investigación y difusión de esa actividad, y generó la primera traducción teatral en esa sede académica, con El mendigo o El perro muerto, de Bertolt Brecht. Desde 2007 cuenta con el Grupo de Clown, posicionando a la UAM a la vanguardia de la práctica escénica universitaria en México.
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