Por: Redacción 

Con un concierto de música electroacústica que incluyó videoproyecciones sobre los frondosos árboles de su Jardín Sonoro, la Fonoteca Nacional se sumó a la Muestra Internacional de Música Electroacústica y Video Mapping MUSLAB.

Una selección de piezas representativas de la actual producción electroacústica y de videoarte de países de América y Europa, como Reino Unido, Francia, Italia, Canadá, Argentina y México, formó parte del repertorio.

El concierto en la Fonoteca Nacional se presentó en un formato de bóveda sonora virtual, con sonido envolvente y transmisión en audio multicanal, que ofreció otra experiencia de escucha.

Adicionalmente, la música estuvo acompañada de videoarte, también conocido como video mapping, el cual consiste en proyectar imágenes o animaciones sobre superficies reales, normalmente inanimadas, para conseguir un efecto artístico basado en los movimientos que crea la animación sobre dicha superficie.

El público pudo disfrutar de obras electroacústicas de compositores destacados como Tom Williams y Elie Gregory de Reino Unido, el francés Philippe Le Goff, Georgios Varoutsos de Canadá, los argentinos Fernando Laub y Nicolás Rodríguez, así como de Gerardo De Pasquale de Italia y Jorge David Ortiz Trejo de México.

El recital inició con la pieza Shelter de Tom Williams en el que la música estuvo en sintonía con las imágenes, sobre todo de texturas y paisajes construidos que se proyectaron sobre los árboles del Jardín Sonoro, donde troncos, ramas y follaje, sirvieron a manera de pantalla.

Del argentino Nicolás Rodríguez, los asistentes pudieron disfrutar El viento será eterno, mientras que de Philippe Le Goff, director del Centro Nacional de Creación Musical de Francia, se presentaron dos piezas.

La Muestra Internacional de Música Electroacústica y Video Mapping MUSLAB, que se realiza cada año entre octubre y diciembre, es un proyecto del Ensamble MUSLAB y de la Asociación Camin-Art, con sede en la Universidad Autónoma Metropolitana de Xochimilco.

La muestra internacional se realiza con el objetivo de contribuir a la recuperación de espacios públicos y para fomentar la convivencia social pacífica a través de intervenciones sonoras de arte contemporáneo, música electroacústica y videoproyección en edificios.

En su edición 2016 se lleva a cabo en nueve diferentes ciudades de México, así como en Argentina, Brasil, Inglaterra y Francia, gracias a la colaboración con 32 instituciones de estos cinco países.