- La reconstrucción de los monumentos históricos afectados por los temblores le ha llevado al INAH no sólo tres años reconstruir apenas la mitad, sino un gasto de 333 millones de pesos a septiembre del año 2020.
Por: Redacción/
El diputado Ricardo De la Peña Marshall (Encuentro Social) planteó reformas al artículo 20 de la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público, para establecer que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), podrán recibir aportaciones para la labor de reconstrucción de monumentos en posesión de asociaciones religiosas.
La modificación precisa que cuando el INAH y el INBAL realicen obras de restauración y conservación en monumentos arqueológicos, artísticos o históricos, que se encuentren bajo la posesión de asociaciones religiosas, podrán recibir aportaciones de particulares, así como de las asociaciones religiosas, únicamente para los fines antes mencionados.
La propuesta, turnada a la Comisión de Gobernación y Población, explica que la mayoría de los inmuebles históricos afectados por los sismos de 2017 son usados como templos religiosos, los cuales son propiedad de la nación, pero principalmente se encuentran bajo la posesión de asociaciones religiosas.
El diputado, secretario de la Comisión de Cultura y Cinematografía, menciona que además la Conferencia del Episcopado Mexicano identificó 702 iglesias afectadas en 15 diócesis, a causa de los sismos del 7 y 19 de septiembre y registraron que las entidades con mayores daños fueron la Ciudad de México, Morelos, Puebla, Chiapas y Oaxaca.
No obstante, a cuatro años de estos movimientos telúricos, mil 91 templos y edificios históricos ya quedaron restaurados en su totalidad; es decir, apenas 47 por ciento de los 2 mil 340 bienes afectados, los cuales se encuentran distribuidos en 11 estados del país.
La iniciativa precisa que la reconstrucción de los monumentos históricos afectados por estos temblores le ha llevado al INAH no sólo tres años reconstruir apenas la mitad, sino un gasto de 333 millones de pesos a septiembre del año 2020, demostrando con ello lo lento y costoso que puede resultar la restauración de monumentos históricos.
“El INAH está rebasado en trabajo y no cuenta con el presupuesto necesario para agilizar las obras de reconstrucción, restauración y preservación de los monumentos históricos, y algunas asociaciones civiles y religiosas después del sismo demostraron su ánimo de apoyar en la reconstrucción del país”, añadió el diputado.
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