Redacción

Padre, maestro, amigo y psicólogo, fueron las palabras con las que cinco medallistas olímpicos, tres mexicanos y dos cubanos, definieron a su entrenador durante su participación en el Simposium Internacional de Ciencias Aplicadas al Deporte, celebrado en el Instituto Politécnico Nacional (IPN), en Zacatenco.

En la mesa redonda “Experiencias de la relación entrenador-atleta en proceso de entrenamiento para el éxito competitivo” estuvieron presentes los mexicanos Amalia Pérez Vázquez, doble medallista de oro en levantamiento de potencia en los Juegos Paralímpicos de Beijing 2008 y Londres 2012; Raúl González Rodríguez, segundo y primer lugar en marcha (20 y 50km, respectivamente), en Los Ángeles 84, e Ismael Hernández Uscanga, bronce en pentatlón moderno en Río 2016.

Además los acompañaron las leyendas cubanas Javier Sotomayor Sanabria, campeón olímpico en Barcelona 92 y considerado el mejor deportista de la historia en salto de altura, y Alberto Juantorena Danger, quien se convirtiera en el único atleta en ganar el oro en prueba de velocidad, 400 metros, y en medio fondo, 800 metros, en Montreal 76

En el evento, la pressbanquista Amalia Pérez, cinco veces medallista olímpica, comentó que en la relación entrenador-atleta se deben trazar líneas de mancuerna, respeto y diálogo para que se conozcan perfectamente y así saber en qué momentos el coach debe presionar al atleta cambiar el chip que le recupere la confianza y motivar a cambiar las características de la competencia, como le pasó a ella en Atenas 2004 donde ganó el oro, tras fallar su levantamiento en el calentamiento.

El entrenador es un maestro, formador de valores, y educador que prepara al atleta no lo físico, sino para la vida. Lo capacita para ser un mejor ciudadano, porque pasa más tiempo con el competidor que los padres, por lo mismo lo conoce más y funge como su mejor psicólogo, dijo el bicampeón olímpico cubano, “el caballo” Juantorena.

Sin embargo, el atleta debe tener decisión y opinar sobre el programa de entrenamiento “Al inicio estaba en desacuerdo con correr los 800 metros, pero mi coach confiaba en mí y sabía que al entrenar con los fondistas en el Desierto de los Leones y Chapultepec desarrollaría fuerza, habilidad y capacidad psicológica para lograr esa meta”.

Asimismo, Ismael Hernández mencionó que en sus inicios no era de los mejores, e incluso hoy en esgrima aún tiene que invertir horas extras. Este deporte simboliza la vida, al final el que gana las medallas, es de quien las toma. “Aquí se debe tener un equilibrio en las cinco pruebas y saber aprovechar sus ventajas. El coach te inspira e impulsa a llegar a donde tú no crees, pero él sabe que puedes lograrlo”.

Para “El príncipe de las alturas”, Javier Sotomayor, un gran entrenador es un padre y amigo, su coach José Godoy le dio educación, lo preparó primero para la vida y después como atleta, ello debido a que el tiempo de competencia es corto. Si no asimilas las instrucciones, se dudará y el ejercicio no se ejecutará bien, si no hay confianza se verá repercutida en los resultados. “Si hubiera dudado un segundo en que no podría brincar 2.50 metros, jamás lo habría logrado”.

Por otra parte, Raúl González resaltó que el deporte es la vía para lograr el éxito y ser campeones de la vida. “Es muy fácil caer en el conformismo, pero en este camino, si se quiere triunfar, todos los días debes ser mejor, es un proceso continuo, se vuelve un hábito y es necesario si se quiere ser medallista olímpico”.

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Un atleta de alta competencia tiene prohibido conformarse, aunque en su trayectoria como atleta y dirigente del deporte a nivel nacional y estatal observó que la mayor ambición de los mexicanos se reduce a sólo calificarse a los Olímpicos, disfrutar el viaje y turistear. Son pocos los que realmente quieren más y tienen hambre de ser grandes y esos son los medallistas, como Ismael, Juantorena o Sotomayor.

Asimismo, el marchista mexicano sugirió que los maestros de educación física tienen que motivar a los niños a que se enamoren del deporte, porque muchos ni siquiera lo conocen, y el mejor momento es durante la primaria y secundaria.

Respecto al tema de la derrota sobran pretextos, pero el atleta que tiene una mente ganadora, supera las adversidades, se levanta del suelo y sale avante. No hay recetas, cada quien lo tiene que fabricar a su modo con determinación, claridad y fuerza de voluntad, esa es la diferencia entre la victoria y el fracaso.