Por: César Dorado/
Con más de 60 mil asistentes, el día de ayer, las calles del centro histórico se atiborraron de personas que, a manera de fiesta, llenaron de color, zapatillas altas, pelucas, maquillaje y consignas que enaltecían los logros que ha alcanzado la comunidad LGBTTTI+, un ambiente despejado y cálido que fue acompañado por una que otra cerveza.
Sin embargo, a las orillas de la fiesta, fuera de los establecimientos de comida que adornaron sus fachadas con la bandera arcoíris, hubo ciertos grupos que se despejaban del movimiento pues, sin ser desleales, no comparten ciertos ideales bajo los que se ha venido rigiendo el mismo.
Aunque también se marchó por la igualdad de derechos, la modificación o creación de leyes para proteger a la comunidad y la lucha contra la homofobia, algunos integrantes manifestaron estar en contra de lo que ellos denominaron “El Carnaval”, pues consideran que, a lo largo de algunos años, el movimiento se ha alejado de sus causas originales; generar un acto con fines político de reivindicación de derechos que más allá de también festejar, debe de continuar con su lucha.
Caso de esto es el de Maya o “La China”, una mujer Trans quien desde hace años no había asistido a la marcha, porque no había compartido las ideas de ese movimiento “hoy es algo conmemorativo y decidí venir, pero no tanto al carnaval, porque claro, se vale festejar, pero venimos a la lucha, este movimiento se ha alejado de esa causa”.
Bajo esta misma perspectiva, “La China” también comentó que para que el movimiento vuelva a ser lo que fue antes, necesita que la comunidad se una, pues considera que ahora, más allá de las siglas que unen a la diversidad, es como si en esta existieran “Guetos”.
“Para ser una comunidad, primeramente, necesita estar unida, cosa que no sucede, es como chicos gays con gays, lesbianas con lesbianas, etc” agregando que inclusive existe cierta exclusión en bares para la comunidad gay “por ejemplo, hay antros en los que no dejan entrar a transexuales, a menos de que den un show, pero como clientes, para nada. Para estar unidos debemos de trabajar contra la homofobia y la transfobia interna, debemos de concentrarnos y erradicarlas”.
Respecto a la intolerancia que puede existir fuera y dentro de las propias comunidades, Maya confesó que concorde a la ola de casos de violencia y asesinatos que han ocurrido contra personas transexuales “debe de reforzarse la seguridad y reconocerse, primeramente, como feminicidios y no como “transfeminicidios” porque son mujeres trans.”
“Hay muchos intereses de por medio, si a la comunidad gay no se les protege como ciudadanos, a las mujeres trans, chicas travestis pues de plano no existimos para la ley, al contrario, para ellos representamos aquellas que infringimos la misma”.
Del 2007 al 2018, 456 mujeres trans fueron asesinadas en México. En 2016, al menos 80 mujeres trans fueron asesinadas, mientras que en 2017, fueron 56 mujeres trans. El Centro de Apoyo a las Identidades Trans declaró que Veracruz fue el estado en el que han ocurrido mayor número de asesinatos, con 39; le siguió Guerrero con 37, el Estado de México y Chihuahua con 34, Baja California con 26, Puebla con 23 y la Ciudad de México con 22.
En 2018, tan sólo en Chihuahua y Ciudad Juárez se reportaron 65 asesinatos de mujeres transgénero, sin que ninguno de ellos, hasta ahora, reciba el trato de homicidio en cuestión de género o feminicidio.
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