Por: Redacción/
A partir de la conversación y el arte, tres autores exploran las posibilidades del trabajo colaborativo al recorrer Paisajes transpuestos, en los que las similitudes y distancias creativas de trazos y propuestas gráficas particulares derivan en una combinación experimental y la yuxtaposición de texturas y estilos, abriendo horizontes artísticos nuevos.
Manuel Marín, Nunik Sauret y Elena Segurajáuregui expondrán –hasta el próximo 21 de diciembre en la Galería del Tiempo de la Unidad Azcapotzalco de la Universidad Autónoma Metro-politana (UAM)– una gráfica mínima reveladora de un cosmos de estampas y horizontes, materializados en la técnica de transfer litográfico sobre papel de alto gramaje, lo que permite apreciar líneas, puntos y manchas mediante elementos constructivos resueltos con placas de impresión.
El azul, el negro y el ocre predominan en trazos finos transpuestos para semejar un palimpsesto, en un diálogo entablado por los tres artistas plásticos a partir de la tinta y otros materiales, y en el que priman los cuerpos rizomáticos; Marín, Sauret y Segurajáuregui consideran que los procesos basados en el tóner y la transferencia son susceptibles de practicarse en los talleres calcográficos, espacios de formación de grabadores y estampadores que ampliarían las posibilidades técnicas del género.
La muestra incluye 25 piezas en pequeño formato en las que pueden observarse raíces, troncos y ramales, bloques piramidales y otros motivos de belleza cautelosa que posan en papiros blancos y marrones.
En palabras del ensayista Luis Ignacio Sáinz, esta especie de rompecabezas o rompemiradas funciona con orden absoluto, ya que cada autor crea cuatro improntas y en dúo fusionan estampas para rediseñar otras cuatro travesías de los objetos, con un lenguaje diáfano que recae en una sola obra.
“Empoderados y retadores, nuestros creadores-compositores de constelaciones territoriales simbólicas, panorámicas, con generosidad y talento convidan una tentación visual llamada Paisajes transpuestos, que cumple a cabalidad nuestras expectativas de armonía, solaz y belleza”.
Esta melodía icónica logra su propósito de “postular una realidad enigmática, sensual, amable e inteligente” que revela la pertinencia de las empresas en común con medios racionados, pero salpimentados de “solvencia técnica, oficio, transfiguración estética y estilo” de Sauret, reconocida grabadora; Marín, escultor y docente, Segurajáuregui, investigadora del Departamento de Evaluación del Diseño en el Tiempo de la Unidad Azcapotzalco de la UAM.
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