Por: Redacción
Con la pasión, energía y entrega que lo caracterizan en el escenario, Óscar Chávez ofreció en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris un concierto impregnado de nostalgia y romanticismo, con boleros, trovas, sevillanas, huapangos y su popular canto combativo latinoamericano, la noche de este sábado 22 de julio.
En un concierto que duró más de dos horas, el cantautor mexicano fue abrazado por su público que lo ha seguido por más de cinco décadas y lo ha querido por su peculiar interpretación de la música mexicana y latinoamericana, con temas legendarios como “Por ti”, “Hasta siempre” y “Mariana”.
Durante el encuentro anual con sus seguidores, el llamado El Caifán Mayor —por su personaje “Estilos” en la película Los caifanes, de Juan Ibáñez estrenada en 1967—, interpretó en la primera parte del concierto 12 temas, sobre todo boleros, acompañado del guitarrista Jorge García, del bajista Jesús Mendoza y del violonchelista Rodrigo Duarte.
Ataviado de negro y sin levantarse de su silla, de frente al atril, Óscar Chávez abrió el concierto con los temas “La paloma azul” y “Amargura”, un yaraví peruano que, a decir del cantante, es un género musical poco conocido en México; después le siguieron “A la luna”, “A pleno llanto”, “No me condenes” y “Caramba”.
“No se pueden ir porque está lloviendo, así que cantaré una canción inédita mía, porque si no la canto yo nadie la canta”, bromeó Óscar Chávez al interpretar “Cada palabra”, después siguió con “Lamento obstinado sobre la ciudad”, “Guitarra”, “Juego” y un poema de Federico García Lorca, el cual musicalizó.
En homenaje al centenario del natalicio de Violeta Parra, el cantautor mexicano interpretó “Gracias a la vida”, que arrancó sonoros aplausos del público que llegó hasta el recinto de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México para escucharlo.
Para la segunda parte del concierto, que inició con la interpretación de “Huapango nuevo”, acompañaron a El Caifán Mayor en el escenario los músicos Héctor Morales (dirección musical, guitarra, requinto jarocho y voz), Julio Aguilar (percusiones y acorde), José María Aguilar (bajista) y Héctor Blanquet (guitarra).
“Hay una canción preciosa que cantamos siempre, pero nos van a tener que ayudar con sus palmas, si no, no la cantamos. La van a reconocer, no sé si todos”, bromeó de nuevo Chávez al interpretar “Mariana”, ocasionado junto con “La mariguana”, uno de los momentos más festivos y sonoros de la velada musical.
El cantautor se dio tiempo para recordar a los amigos, como José Emilio Pacheco, con el poema “Alta traición”, e interpretar temas del canto combativo latinoamericano como “La casota”, “Se vende mi país”, “Petróleo” y “Hasta siempre”; de igual forma, hubo momentos para el romanticismo con “Por ti”, “Prisionero en tus brazos” y “Perdón”.
El encanto de “Macondo” puso a bailar a más de uno y al ritmo de “Los cien años de Macondo sueñan, sueñan en el aire, y los años de Gabriel Trompetas, trompetas lo anuncian”, Óscar Chávez concluyó el concierto que se repetirá hoy, a las 18:00 horas, en el Teatro de la Ciudad, ubicado en Donceles 36, Centro Histórico, cerca del Metro Allende.
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