Por: Redacción/

Una ecléctica reflexión musical sobre los motivos, causas y razones que impulsan al ser humano a emigrar, realizada por la Orquesta Escuela Carlos Chávez (OECCh) estos 7 y 8 de septiembre en el Salón Adolfo López Mateos del Complejo Cultural Los Pinos, conmovió a más de 500 asistentes, quienes aplaudieron con fervor ambas presentaciones. Fueron conciertos llenos de colores y texturas musicales que desvelaron que el ser humano es naturalmente viajero y que la cultura se mueve y se nutre de las tradiciones, saberes y talentos de todas partes del orbe.

Conducidos por Eduardo García Barrios, los más de 100 instrumentistas de la OECCh interpretaron obras de compositores clásicos como Händel, Shostakovich, De Falla, Revueltas y Khachaturian, así como de Liliana Felipe y Nadia Barislova, para brindar un colorido panorama que deviene de la migración, fenómeno social que nutre de experiencias y cultura el día a día en el mundo.

A través del programa Música y migración las personas que escucharon este programa se estremecieron con cada una de las obras interpretadas que, de alguna forma, retrataron la endeble vida de miles de seres humanos que se ven orillados a cortar sus raíces para andar de “puntitas”, silenciosos para que nadie note su presencia y así no se altere el orden del lugar al que llegan.

La interpretación del Vals núm. 2 de Dmitri Shostakóvich, que se asocia al exilio de cientos de niños españoles que huyeron en barcos hacia Rusia e incluso a América, reveló un halo doloroso y a la vez festivo de estos infantes, cuyos padres tuvieron que dejarlos partir para escapar de la dictadura franquista y en búsqueda de nuevas oportunidades.

Eduardo García Barrios, director artístico de la orquesta y titular del Sistema Nacional de Fomento Musical, explicó al público sobre la importancia de hacer ejercicios de sensibilización en torno a este y otros temas del acontecer social a través de la música, ya que como él considera, “la música no solo toca emociones, también mueve consciencias”.

En este sentido, el público coincidió con el director de orquesta, pues a decir de Valente Cervantes, hombre de 49 años de edad, aludir a estos temas de interés social a través de la música sinfónica resulta muy conmovedor y actual porque la migración es un reflejo de la búsqueda de oportunidades al que todo hombre y mujer tienen derecho.

“Yo también soy migrante, no soy de la Ciudad de México. Nací en Ixhuatlán del Café, ubicado en la zona central montañosa del estado de Veracruz, muy cerca de Córdoba. Y desde que nací he andado de un lugar a otro buscando trabajo. Primero con mis padres y ahora con mis hijos y esposa, por eso nunca he tenido un concepto negativo de los migrantes, sobre si nos quitan oportunidades o no, uno debe buscarlas, no quedarse estático ni sentado. Creo que este tipo de conciertos nos toca fibras muy sensibles que pueden provocar que algunos cambien de sentir y pensar”.

Asimismo, Viridiana Simón, joven de 25 años de edad, señaló que este concierto Música y migración, además de mostrarle el amplio espectro de la música sinfónica, también sirve para sensibilizar a las personas en torno a este tema. “Creo que hoy todos nos vamos con una nueva visión acerca de este fenómeno, incluso nos motiva a preguntarnos, por un lado, si es el momento de cambiar de rumbo y salir a buscar nuevas oportunidades, y por el otro, nos ayuda a no tomar a la ligera ni a juzgar a estas personas que lo único que buscan es otro tipo de vida”.

Por otra parte, la guitarrista mexicana nacida en Rusia, Nadia Borislova, interpretó un pintoresco retrato de México, país que la arropó en su búsqueda de nuevos horizontes y lugar en el que decidió echar raíces, casarse y tener hijos.

Cerca del portón es el título de esta obra que es un homenaje a Xonaca -colonia de la Ciudad de Puebla- y a la mujer, en la que la también compositora traza con notas la atmósfera llena de sonidos callejeros estridentes y vibrantes destellos sonoros que dibujan que México vive una fiesta constante que se muestre día a día de los saberes y sabores de su gente.

El actor y cantante Hernán del Riego fue el anfitrión de esta celebración a la multiculturalidad provocada por la migración, pues más allá de fungir como un solemne narrador, condujo al público por este mar emotivo que reveló que la música y los músicos son migrantes por naturaleza.

Del Riego no solo brindó datos del dolor que deviene de dejar todo atrás y migrar en búsqueda de una vida mejor, a través de sus interpretaciones vocales durante la ejecución de obras como Amor mío, de Liliana Felipe, y La Martiniana, son tradicional mexicano del Istmo de Tehuantepec. Y recordó que “cantar nos recuerda quiénes somos, qué es lo que tenemos que defender, lejos de patrioterismo, sino buscar únicamente nuestra identidad, que hoy en día poco a poco se desdibuja”.

La interpretación del vals del compositor mexicano Macedonio Alcalá fue un regalo que conmovió al público, no solo por el arraigo de este tema en el colectivo nacional, también porque fue interpretado a manera de homenaje para el pintor mexicano Francisco Toledo recientemente fallecido.

El próximo sábado 14 de septiembre, la Orquesta Escuela Carlos Chávez interpretará un programa alusivo a las fiestas patrias, en la Cancha de tenis del Complejo Cultural Los Pinos. Para mayores informes consulte la cartelera en https://snfm.cultura.gob.mx