Por: Redacción/
El programa Nueva escena de la música de oriental china por parte de la Orquesta China de Shanghái otorgó a los asistentes de la Alhóndiga de Granaditas una noche repleta de los sonidos ancestrales que fue acompañada por una difusión de la cultura de este antaño país que logró acercar un poco más a las dos naciones.
El concierto, conformado por 13 piezas, brindó un relato sobre las obras musicales chinas que existen para cada conjunto de músicos. En las pantallas de la explanada se explicaba los pormenores de los instrumentos, el tipo al que pertenecía, sus variantes y posibilidades técnicas, así como las narraciones que de ellos se desprendían.
Fue un recorrido por distintas etapas que iba desde lo tradicional hasta una modernidad, donde se dejó ver cierto influjo de Occidente. Entre el erhu, la flauta de bambú, el sheng, la pipa, el ruan y el zheng, se mezclaron chelos y percusiones propias de nuestra cultura.
La orquesta es una de las pocas agrupaciones que se especializan en este estilo musical y tanto sus solistas como su conjunto son intérpretes sumamente estudiados en los mejores conservatorios de su país.
La interpretación musical de la agrupación china estuvo compuesta por Amor por lo antiguo. Manantial, Trinar armónico, Tonada de bambú negro, Espíritu de caligrafía china, La espada, Amantes mariposa, Adiós a mi concubina, Sueño interrumpido, Vuelo de abejas, Danza de aves y la Ruta de la seda y cerrando con Tequila.
Para muchos asistentes a este concierto, esta fue la primera vez que entraban en contacto con la música de esta nación oriental y dejaron ver la conexión que tuvieron con los intérpretes aplaudiendo tras cada pieza y bailando en sus asientos con los movidos ritmos de algunas de sus obras.
Al concluir el recital la orquesta tocó una pieza en honor a México, la canción clásica del grupo estadounidense The Champs Tequila, la cual fue recibida con gran júbilo por la audiencia y, junto con el conjunto de Shanghái, corearon la pieza gritando ¡Tequila!
La función sirvió para conectar a la audiencia mexicana con los intérpretes chinos, como un puente, se dio un intercambio cultural que perdurará en la memoria de ambos bandos.
Un recital enérgico y vibrante que conmocionó a más de uno y que dejó claro la fuerza, vehemencia y elegancia de la poética china y dejó en manifiesto la sutileza y sobriedad de la estética tradicional asiática.
No Comment