Por: Carolina Carrasco Cureño
Parte 1
La nochebuena llega en distinto tiempo y forma a todos los rincones del mundo, esperando la llegada de Santa, o el simple abrazo de un ser querido. La noche del 24 de diciembre, víspera del día 25, son muestra de un conjunto de tradiciones o creencias que se ven reflejadas en la manera de celebrar navidad
La Navidad es una de las principales festividades dentro de la tradición católica, en ella, se celebra el nacimiento del Niño Dios en Belén, sin embargo, alrededor del mundo, católicos y no católicos han adoptado esta tradición, y esta fecha en específico, para rodearse de las personas que más aman, colmarlos de regalos y poder poner las copas en alto por una vida llena de bendiciones.
Sin embargo, esta tradición, pese a la universalidad que la ha caracterizado durante siglos, no es igual alrededor del globo, y en cada lugar a donde ha llegado, le han puesto el toque único necesario para poder hacer de la navidad algo suyo.
El primer lugar en la tierra donde la nochebuena ha llegado es la Isla Kiribati, que traducido al español significa Navidad; al estar ubicada en el Océano Pacífico, a 232 kilómetros por encima de la Línea ecuatorial, le corresponde el privilegio de tener el primer huso horario del planeta, y por lo tanto, es el lugar donde se canta villancicos antes que nadie.
De acuerdo con Wikipedia, su población total es de 103 mil habitantes, sin embargo, en estas fechas, miles de personas llegan a dicho lugar con el único fin de vivir la experiencia de recibir la Navidad antes que nadie.
Este año, la navidad arribó a la Isla Kiritimati a las 4 de la mañana, tiempo de la Ciudad de México.
Tras un par de horas, Fiyi, el Polo Sur y Nueva Zelanda recibirán las primeras luces del 25 de diciembre, seguidos por Tuvalu, Nauru, Islas Marshall, Wallis y Futuna (Francia), Isla de Wake (EE.UU.) y Rusia, donde la navidad no se festeja sino hasta el 7 de enero,
Rusia celebra la navidad días después porque tras la Revolución de Octubre de 1917, el país adoptó el calendario gregoriano. No obstante, la iglesia ortodoxa rusa se negó por completo a abandonar el calendario juliano que habían usado hasta el momento. En este calendario, retrasado 13 días respecto al gregoriano, las fiestas de Navidad se celebran un poco más tarde. Así, el día de Navidad se celebra el 7 de enero.
Y en aquél lejano país se tiene su propia versión de Santa Claus, llamado Ded Moroz, que se traduce como Abuelo Frío, el cual llega hasta año nuevo, y en vez de entrar por la chimenea, prefiere llamar a la puerta y entregar los regalos en presencia de todos, y no va solo, el Abuelo Frío va acompañado de su nieta Snegurochka, algo así como Nievecita.
Una hora más tarde, la Navidad llegará a Australia, donde el calor es tal que Santa Claus acostumbra llegar allí en una tabla de Surf, y dos horas después, en Japón esta festividad, que no se había adoptado hasta hace unos diez años puesto que ese país no es particularmente católico, y cuyo mayor razón de ser es meramente comercial, se llenará de propuestas amorosas, pues dicen que si te le declaras a alguien ése día, tendrás buena suerte.
Además, en aquel país oriental se podrán entregar tarjetas navideñas de cualquier forma y color, excepto rojo, ya que están consideradas de muy mal gusto, pues ellos envían sus notas fúnebres en sobres de éste color.
Tres horas más tarde, la India comienza las festividades con un desfile por las calles de Calcuta, en un ambiente de tolerancia religiosa. En éste país multirreligioso y multiétnico, el festival de Diwali es el más importante de los hindúes, y se celebra con tanto vigor y entusiasmo como la festividad navideña. Diwali conmemora la vuelta del dios Ram a su reino de Ayodhya tras catorce años en el exilio, durante los que, como hecho más señalado, vence al rey diablo de Lanka (la Sri Lanka actual).
Cuatro horas después, en África, la Navidad en el Congo comienza cuando un grupo de amigos ha sido designado para preparar el desfile anual de Navidad. El Día de Navidad comienza con grupo de amigos que recorren de un lado a otro la aldea, a lo largo de los caminos, por las casas de los misioneros, cantando villancicos conocidos en todo el mundo. La parte más importante del culto es el amor que ofrecen, en honor al niño Jesús: Todo el pueblo se dirige a un altar para ofrecer regalos, este acto no acaba hasta que todos los habitantes no hayan entregado su regalo. Una vez entregado el regalo en el altar mayor, se van a cenar compartiendo siempre e invitando a su mesa a sus amigos más íntimos.
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