Por: Redacción/

La cortesía de los comerciantes es la misma en todo el mundo, o al menos para mexicanos y japoneses, entre quienes existe la costumbre de regalar a finales de cada año, un calendario agradeciendo la preferencia de sus clientes. Casi 170 impresiones de este tipo, venidas de “la nación del sol naciente”, han llegado al Museo Nacional de las Culturas (MNC) para demostrar cómo los nipones acompañan el paso de los días con imágenes que invitan a la contemplación de la belleza.

La muestra Calendarios japoneses 2018, organizada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en colaboración con la Embajada de Japón en México y con el apoyo de la Asociación de Calendarios del país nipón, abrió hoy sus puertas en el recinto ubicado en Moneda 13, Centro Histórico de la Ciudad de México. Se trata de un festejo singular por el 130 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre ambas naciones.

La inauguración estuvo presidida por Katsushito Miura, primer secretario y jefe de la sección de Información y Cultura de la Embajada de Japón en México, y por Jorge Luis Berdeja Martínez, subdirector de Operación y Relaciones Públicas del MNC, en representación de su titular, la antropóloga Gloria Artís Mercadet.

Katsushito Miura explicó a los asistentes que cuando el año está por concluir, en Japón se acostumbra obsequiar calendarios, regularmente de parte de los negocios o empresas hacia sus clientes, como forma de agradecimiento por haber frecuentado su establecimiento. Algo similar a lo que ocurre en México durante el inicio de año, momento en que algunos locales regalan calendarios con el logotipo o nombre de sus negocios.

En ese sentido, Jorge Luis Berdeja Martínez hizo hincapié que en México esta tradición ha ido desapareciendo ante el embate de diversos distractores —entre ellos los electrónicos—, sin embargo, dijo, “todos tenemos en la memoria aquellos calendarios con idílicos paisajes mexicanos e historias de amor, como La leyenda de los volcanes”.

Por el contrario, en Japón esta costumbre se ha mantenido a lo largo del tiempo e incluso existe la Asociación de Calendarios, la cual ha velado por su sostenimiento y difusión en otros países, como es el caso de la exhibición que se presenta ahora en nuestro país.

Una vez concluida la muestra, que cerrará el domingo 4 de febrero, los calendarios expuestos serán regalados entre el público por medio de una trivia en las redes sociales del museo y también mediante un sorteo entre las personas que dejen sus datos en la libreta de visita de la sala.

El funcionario de la Embajada de Japón en México, el señor Katsushito Miura, expresó que los calendarios no sólo tienen un sentido funcional para el conteo de los días, sino también estético. Se trata, después de todo, de “acompañar y desojar los días con imágenes que inviten a la relajación y que nos permitan apreciar diversas manifestaciones culturales”. Por ejemplo –dijo–, el visitante de la muestra encontrará más de un calendario con imágenes de perro, considerando que, en el calendario chino-japonés, 2018 está regido por este animal.

Los calendarios son elaborados por las grandes imprentas japonesas, las cuales tienen una sección que se dedica única y exclusivamente a la producción de los mismos.

Katsushito Miura aprovechó la ocasión para recordar que desde noviembre de 1888 se establecieron relaciones diplomáticas entre Japón y México, gracias a la firma de los ministros de Relaciones Exteriores Matías Romero y Munemitsu Mutsu. De manera que para México, la relación con Japón representa la más sostenida en el tiempo con un país asiático, lo que ha permitido fortalecer su intercambio cultural, pero también en los aspectos migratorio, económico y político.

Respecto a la exposición Calendarios japoneses 2018, Jorge Luis Berdeja Martínez, del MNC, reiteró que éstos siguen incólumes mostrando el arte tradicional de ese país, las costumbres y también el refinado trabajo de ilustradores como Utamaro y otros artistas de la llamada escuela Ukiyo-e, un género de grabados realizados mediante xilografía que se hizo popular durante el periodo Edo (1603-1868).

Los temas elaborados por el pintor Utamaro abarcaban el teatro y la poesía, así como los retratos de actores y mujeres. Estas últimas, plasmadas con un tinte de erotismo y siempre realzando la femineidad japonesa. Su innumerable obra se encuentra en recintos como el Museo del Prado, en España, y el Museo del Hermitage, en Rusia.

La exposición Calendarios japoneses 2018 está ubicada en la Sala Segundo Nivel del Museo Nacional de las Culturas. Horario: 10:00 a 17:00 horas, de martes a domingo. Finaliza el próximo 4 de febrero.