Por: Redacción/
El artista Shi Lei comenta que la palabra revolución es clave para comprender el arte contemporáneo de China, donde se abreva de las tradiciones para hurgar en el espíritu de nuestros días. Una muestra representativa de pinturas realizadas con tinta china, vista como un espacio de infinitas posibilidades de expresión, llega al Museo Nacional de las Culturas del Mundo (MNCM), en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
La exposición, montada en el marco de la Décima Feria Internacional de las Culturas Amigas 2018, recoge el trabajo de once de los artistas chinos más destacados en la exploración de los “cuatro tesoros del escritorio”: pinceles, tinta, tintero y papel. Como expresó la directora del museo, la antropóloga Gloria Artís Mercadet, esta nueva generación “decidió desafiar y transformar el estilo tradicional incorporando nuevos medios, técnicas, formas de expresión, emociones, sentimientos, temas y conceptos de vanguardia”.
Intermedio. La tinta china en las obras de arte contemporáneo fue inaugurada por el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, coordinador general de Asuntos Internacionales del Gobierno de la Ciudad de México; la Consejera Cultural de la Embajada de la República Popular China en México, Zhuang Lixiao; y el director del Centro Cultural de China en nuestro país, Luo Jun.
La muestra, que permanecerá hasta inicios de junio próximo en el recinto de Moneda 13, fue posible gracias a la cooperación entre el Museo de Bellas Artes de Guandong, la Embajada de la República Popular China en México y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Asimismo, la exhibición que recaló anteriormente en San Luis Potosí y Aguascalientes, forma parte de las celebraciones por el 45 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre ambas naciones.
Gloria Artís, titular del MNCM, hizo hincapié en que en ningún caso —como podrán observar los visitantes de la exposición—, las renovadas búsquedas de los artistas chinos “menosprecian o descartan los valores estéticos, el significado e importancia del legado cultural de su país.
“Las 44 obras que tenemos la oportunidad de apreciar son espléndidas, impactantes, emocionan en la medida en que abren la puerta a ese diálogo necesario y enriquecedor entre la visión milenaria tradicional y las expresiones artísticas contemporáneas. Esta muestra es una verdadera ventana desde donde se puede observar, analizar y sentir el curso que el arte está tomando en ese gran e innovador país, la República Popular China”.
A la visión del jefe del Museo de Arte de Guangdong, Sun Xiaofeng, el nuevo montaje de Intermedio suma la curaduría de la investigadora Silvia Seligson, del MNCM, experta en temas de Asia, quien detalló los elementos usados por lo menos desde 2500 a.C., en la elaboración de la pintura en tinta, los citados “cuatro tesoros del escritorio”.
En el caso específico de la barra de tinta, su base es el hollín de pino mezclado con otros ingredientes (recetas que varían según la dinastía); ésta se disuelve con agua en una piedra natural cuyo pulido lleva entre tres y cuatro meses; el papel más apreciado es el hecho con paja de arroz y conlleva más de cien etapas desde la recolección hasta elaboración, tanto así que este milenario proceso manual está inscrito en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. La calidad de cada uno de estos materiales permite que la pincelada sea perfecta y no pierda su intención.
Los chinos consideran a la pintura como la más prominente de sus expresiones artísticas por su belleza, contenido espiritual y perfección técnica. En ella —refirió Seligson—, el artista transmite al papel su sensibilidad, conocimiento y habilidad mediante el movimiento rítmico, ágil y espontáneo del pincel.
“Lo que se aprecia al observar las obras es esa expresividad de los trazos del pincel y la armonía en toda la composición, pues está acorde con la naturaleza, la cual no está representada de forma realista y completa. El artista se concentra en lo que para él es la verdadera esencia de su objeto, un microcosmos, una expresión muy subjetiva de este mundo natural.
“Para los artistas, estas nuevas interpretaciones representan una manera de expresar sentimientos, emociones y recuerdos de la infancia, sea desde un estilo naif o ingenuo, surrealista, minimalista, etcétera. Otras muestran inquietudes personales, espirituales, culturales, e incluso políticas, siendo una crítica severa de la sociedad o lo muestran de una forma irónica, aludiendo al asilamiento, la soledad, la depresión, la indiferencia y la pérdida de la individualidad en la vida urbana”, señaló la investigadora.
Cai Guangbin, Chen Tong, Han Dong, Lei Ziren, Ban Wei, Wang Shaoqiang, We Qinji, Wu Yi, Zhou Yong, Jiang Heng y Shi Lei, todos ellos nacidos entre las décadas de los años 60 y 70 del siglo XX, son los autores de las 44 obras que componen Intermedio. La tinta china en las obras de arte contemporáneo.
Previo a la inauguración, Jiang Heng y Shi Lei, impartieron una charla en la que ofrecieron un panorama de la escena artística china actual. Una de las escenas más vibrantes se encuentra en la ciudad más grande del sur de China, Cantón o Guangzhou, donde la llamada Escuela de Lingnan, surgida en el siglo XX, hurgó en la esencia del arte y la cultura de todo el mundo para formar su propio estilo. Shi Lei anotó que estos artistas sentaron las bases de una nueva visión internacional para formar su propio lenguaje.
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