Por: Redacción/

Por primera vez, una delegación de artesanos mexicanos participó en la Feria Ruraq Maki. Hecho a Mano, la expoventa de arte tradicional más importante de Perú, que del 19 al 29 de julio reunió a 140 colectivos de artesanos de distintas regiones de ese país sudamericano.

Un total de seis artesanos mexicanos viajaron a Lima con el apoyo de la Secretaría de Cultura, a través de la Dirección General de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas, para asistir a esta feria realizada en la sede central del Ministerio de Cultura de Perú y mostrar parte de la diversidad cultural de nuestro país.

Alebrijes, ámbar, arracadas jerezanas, muñecas otomíes, piezas de laca y diversos textiles, fueron las artesanías elegidas para representar a México en esta expoventa, las cuales tuvieron un enorme éxito y conquistaron al público peruano.

Elizabeth Mendoza, de Simojovel, Chiapas, indicó que “para nosotros fue un éxito, una experiencia maravillosa que vivimos todos los que participamos en esa exposición. Yo que fui con mi artesanía que es ámbar de Chiapas, fue muy admirable para todos los peruanos que llegaban a visitarnos, les gustó nuestra artesanía y no sólo la mía, también la de los demás compañeros, para nosotros fue un éxito rotundo haber participado en ese evento.

Fue la primera vez que esta artesana del ámbar viajó a otro país con sus piezas de joyería hechas con ámbar de Chiapas, el único lugar de México donde se encuentra esta resina con más de 25 millones de años, que es duro como el hueso, aunque parece plástico.

Collares, aretes, dijes, pulseras y anillos, encantaron a los peruanos y es que, dijo, incluso el personal de un museo de Lima los invitó a exponer ahí para promocionar la joyería de ámbar chiapaneco, resina que a ella la motivó tanto, que quedó atrapada como los insectos que están adentro del ámbar petrificado.

Genoveva Pérez, de San Ildefonso, Querétaro, también acudió a Ruraq Maki con gran variedad de textiles: muñecas otomíes, arreglos caminos de mesas y hasta tortilleros. “Nos fue muy bien, excelente, nos atendieron muy bien, la exposición fue algo que no nos esperábamos”.

Aunque Perú es un país que también destaca por su trabajo textil, indicó que allá predomina el bordado y las piezas realizadas en telar y a pesar de las similitudes en este tipo de artesanías, “si son muy diferentes los trabajos de ellos con los de nosotros”.

El habernos elegido, dijo, “es de agradecerse, fuimos privilegiadas en ir y representar a México, fuimos tratadas como personas muy importantes y todos traemos una muy buena experiencia e impresión de Perú”.

Por su parte, desde Jerez, Zacatecas, Ricardo Trujillo participó en esta expoventa Hecho a Mano con su trabajo en platería. “Nosotros llevamos lo que es la arracada jerezana y nos fue muy bien, estamos muy agradecidos con las autoridades de Perú y de México”.

Y es que, comentó, sus piezas tuvieron “bastante aceptación por parte del mercado peruano ya que tenemos gran similitud tanto en artesanías como en gastronomía, lo mismo en la plata, tenemos algún tipo de similitud, aunque no es tan parecido”.

Desde hace 13 años, Ricardo Trujillo se dedica a la confección de arracadas, cuya hechura puede tardar hasta cuatro días, según el tamaño de la pieza, que pueden ser desde medio centímetro hasta 7 centímetros de diámetro y cuyo cuerpo se hace martillando y limando, hasta lograr la mayor calidad.

También es la primera vez que este artesano exhibe su trabajo en el extranjero. “Estamos muy agradecidos con la invitación, de igual forma eso nos da pauta a saber que estamos haciendo las cosas bien”, ya que al final sólo le quedaron las piezas más grandes, “por el tema económico quizá, porque conforme incrementa el tamaño de la pieza también incrementa el valor”.

El éxito de la primera participación de una delegación mexicana en la feria Ruraq Maki. Hecho a Mano se manifiesta no sólo en las altas ventas que los seis artesanos registraron sino también porque la gente quería que regresaran para la próxima edición, que se realizará en diciembre con la asistencia de artesanos chilenos para lograr que la Alianza del Pacífico no sólo sea comercial, sino también cultural.

Elizabeth Mendoza refirió que los asistentes “querían que volviéramos para la próxima, que es en diciembre, pero platicamos con los del Ministerio de Cultura y sabemos que va a participar otro país. A lo mejor se podría repetir hasta el próximo año, pero para nosotros fue algo muy importante, convivimos con otros artesanos, intercambiamos ideas. Describió que fue maravilloso, un sueño hecho realidad.