Por: MUGS / Redacción

La música te ayuda a trasmitir lo que sientes y eres. Forma parte de las emociones, de la experiencia de vivir, es creación y mi compañera de viaje. La música que hago es muy espontánea. Lo que me gusta trasmitir es lo que siento, el momento presente, ya que si uno lo acepta sin expectativas futuras ni recuerdos pasados, lo vives más intensamente, expresó el músico, compositor e improvisador mexicano Remi Álvarez.

El saxofonista de jazz, considerado uno de los más importantes de los últimos tiempos en la escena nacional y partícipe destacado de la efervescencia del jazz experimental en México, fue el encargado de cerrar la primera temporada del ciclo Iconos del Jazz en México, organizada por la Fonoteca Nacional.

La Sala Murray Schafer fue la sede de esta charla donde también participaron Pablo Iván Argüello, coordinador del Catálogo de Jazz en México de la Fonoteca; el músico y compositor Arturo Báez y Alain Derbez, escritor, músico, crítico, promotor cultural, conductor y productor radiofónico.

En entrevista con el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Remi Álvarez detalló las cosas que lo han inspirado en su trabajo a lo largo de 35 años de carrera: la vida, un abrazo, una sonrisa, un día nublado e incluso un enojo.

El también flautista, quien desde 1991 imparte la cátedra de saxofón y taller de Jazz en la Escuela Nacional de Música de la UNAM, detalló que a través de esta sesión de escucha el público conoció sus gustos y pasiones: observar, estar en silencio y leer textos de budismo.

“También me gusta ser músico y compositor al mismo tiempo, porque ambas cosas se complementan, ya que empecé dar clases, como parte de una forma de ganarme la vida y también para compartir los pocos conocimientos que uno puede tener con los demás.

“Mi pasión es la música, que te trata tan bien cuando la quieres y aunque es muy celosa, si la quieres y te acercas a ella con verdadero amor nunca te va a dejar”, dijo.

La sesión de escucha inició con improvisaciones a cargo de Remi Álvarez (saxofón) y Arturo Báez (contrabajo) y con la intervención de Pablo Iván Argüello, quien enfatizó que Remi “es un gran educador, músico e improvisador, pero sobre todo un gran ser humano”.

Después de estas interpretaciones, Alain Derbez destacó que el trabajo que realiza Remi Álvarez, en la aventura del free jazz (jazz libre) se puede ver retratado en uno de sus poema Virgilio y el free jazz, contenido en El Jazz según Don Juan y otras silbables ráfagas (lo que quiere decir: otros poemas).

remi_alvarez_RMM_8345b

La sesión de escucha inició con improvisaciones a cargo de Remi Álvarez (saxofón) y Arturo Báez (contrabajo) y con la intervención de Pablo Iván Argüello Fotografía Ramona Miranda / Conaculta

“Ya que habla de la tarea en la que Remi desde muchos años ha estado inmerso: la búsqueda de su sonido. Además de que Remi lo que intenta hacer es sanar necedades”.

Remi Álvarez conversó con Pablo Iván Argüello sobre cómo surgió su interés por la música, el cual se dio entre los 13-14 años, cuando descubrió el jazz y el saxofón.

“Tuve la suerte de tener un cuñado francés que trajo LPs de jazz y me regaló una flauta transversal, después empecé a estudiar piano y tocaba mucho con los discos, no para sacar solos, sino para tocar encima y agarrar ritmo para crear improvisaciones limpias”.

Esta revelación dio paso a la tercera canción de la sesión de escucha, una pieza de las más antiguas y trascendentes en la carrera del artista -quien estudió flauta transversal en el Conservatorio Nacional de Música y saxofón en la Escuela Nacional de Música con Roberto Benítez- Las Bipopedas.

En la charla recordaron los inicios de Remi Álvarez como saxofonista, en 1984, con el Cuarteto Mexicano de Jazz, bajo la dirección de Francisco Téllez.

“Con el maestro Téllez tuve la fortuna de entrar al cuarteto y cuando supe que daba clases en la Escuela Superior de Música entré a su clase como oyente, él me aceptó y desde ahí empezó nuestra relación que a mí me sirvió mucho, porque tocaba, tocaba y tocaba todo el día”.

Habló de su viaje a Nueva York para realizar estudios de composición e improvisación en el Creative Music Studio, con maestros como Anthony Braxton, George Lewis, Roscoe Mitchell y Don Cherry.

“Después de estudiar en el conservatorio, con el espíritu rebelde que tenía, dejé la preparatoria y sólo hacía música, entonces tuve la oportunidad de ir a Nueva York por 10 semanas para aprender a hacer música sólo improvisando, ya que creaba libremente con ellos todo el día, toda la noche, todo el tiempo”.

Otra de las canciones que el público escuchó fue Selva noche, que sirvió de contexto para que Alain Derbez detallará cómo fue que conoció a Remi Álvarez.

“Lo he seguido muy cercanamente, lo he acosado, desde el Cuarteto Mexicano de Jazz. Pero recuerdo mucho las noches en un lugar llamado Nueva Orleans, donde vi a Remi trasgredir con su saxofón un lugar común”.

Otra de las canciones interpretadas en la Fonoteca Nacional fue Verch, la cual sirvió de fondo para que Remi Álvarez hablara de su participación en el Ensamble Cráneo de Jade.

“Con este proyecto trabajábamos mis composiciones, yo se las llevaba cada semana, montábamos las piezas y así fue como después grabamos los discos Cráneo de Jade y Papirolas, en su primera etapa.

“En la segunda etapa grabamos Pleione, dejamos de tocar mis composiciones y se volvió un grupo de improvisación libre, todo lo creábamos en el momento y logramos un sonido muy particular”.

La sesión concluyó con la interpretación -en vivo- de Girando la rueda.