Por: Redacción
Martín Luis Guzmán Franco (Chihuahua, Chihuahua, 6 de octubre, 1887 – Ciudad de México, 22 de diciembre, 1976) fue un diplomático, político, escritor, lector de la condición humana, revolucionario, ateísta, cronista, editor, librero, funcionario público, fundador y primer director de la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos.
A 129 años de su natalicio es recordado como uno de los narradores de la transformación de México durante el siglo XX, ya sea como testigo o protagonista. Tres aspectos esenciales definen la obra y personalidad de Martín Luis Guzmán: político de pensamiento liberal, periodista combativo y novelista de temas históricos.
Entre sus obras literarias se encuentran El águila y la serpiente (1928), La sombra del caudillo (1929), Filadelfia, paraíso de conspiradores (1938), Memorias de Pancho Villa (1951), Muertes históricas (1958) y Febrero de 1913 (1963).
La sombra del caudillo es una de las obras a la que se le hace más referencia. En ella se narra, con personajes ficticios, un suceso real: el asesinato del general Francisco R. Serrano, quien se lanzó por la Presidencia de la República en 1927, provocando una disputa con el general Álvaro Obregón, quien pretendía suceder a Plutarco Elías Calles.
Especialistas consideran que con un reflejo fiel en la realidad, los personajes de esta novela retratan de manera descarnada el entramado político y las traiciones al interior de la familia revolucionaria.
Para el narrador y ensayista Héctor Perea Enríquez, autor del libro Martín Luis Guzmán, Iconografía, el hijo del militar Martín Luis Guzmán Rendón y Carmen Franco Terrazas ejerció una literatura muy pura y exquisita que lo aproxima en mucho a escritores del Ateneo de la Juventud, como Julio Torri y Alfonso Reyes, en plan de narrador, calificando sus prosas contenidas en el libro A la orilla del Hudson como de calidad insuperable.
El investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México, Fernando Curiel Defossé, expresó en conferencia impartida en la Universidad en 2014 que la obra de Martín Luis Guzmán da testimonio de alguien que observó el comportamiento, los grupos, las pugnas, y las batallas de lo que sería el final del Porfiriato, la Revolución maderista, el huertismo y los subsecuentes capítulos de la historia de la Revolución Mexicana.
Agregó que nadie puede escatimarle a Martín Luis Guzmán dos grandes virtudes: el ‘adueñamiento’ y goce del lenguaje, así como una visión histórica, aguda y sagaz.
En conferencia impartida en el entonces Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana (INEHRM), en el marco del ciclo Protagonistas del siglo XX, Susana Quintanilla apuntó que hablar de Martín Luis Guzmán implica hacer una historia de la literatura, la política, el periodismo y sus líneas de pensamiento.
“Sus obras literarias seguirán leyéndose por las nuevas generaciones, quienes encontrarán nitidez de la prosa, su postura política y su contemporaneidad. Julio Patán y algunos escritores jóvenes, como José Antonio Parra y Elmer Mendoza, hablan de la obra de Guzmán, admiran su prosa y piensan en México a través de ella”.
Refirió que parte de su obra se ha vuelto objeto de culto y de estudio para especialistas. “El águila y la serpiente ha sido considerada una especie de Bernardino de Sahagún para la Revolución Mexicana. Martín Luis Guzmán decía que no era algo testimonial, que se trataba de una novela que tenía un drama definido: un joven que sale de las aulas para ir a la Revolución y que descubre cuáles son las grandes tragedias, al ver esto, rompe con las facciones de México y sale del país.
“Aunque él dijera que se trata de una novela, el hecho de que sea el yo narrador y que los hechos le sucedieron realmente, nos permite referirnos a una obra de carácter autobiográfico”, dijo la profesora en el Departamento de Investigaciones Educativas del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional.
La autora de A salto de mata. Martín Luis Guzmán en la Revolución Mexicana, señaló que el destacado político, quien recibió en 1958 el Premio Nacional de Ciencias y Artes en Literatura y Lingüística, pensó que La sombra del caudillo sería la obra que traspusiera su nombre con el pasar del tiempo, pero que en su opinión, considera, ha sido El águila y la serpiente.
“En ésta la prosa está a una velocidad vertiginosa y precisión increíble, es un libro absolutamente contemporáneo que ha sido traducido, releído, vuelto a pensar y a discutir. Recupera toda una parte de la historia de la Revolución que apenas está siendo comprendida”.
Susana Quintanilla expuso que aún es pronto para decir si el trabajo de Martín Luis Guzmán es mucho, poco, bueno o malo, por lo cual considera fundamental que sus páginas sigan activas entre los jóvenes.
Semblanza
Muy cerca de Francisco Villa, Martín Luis Guzmán enarboló la bandera liberal de la Revolución Mexicana, al contribuir a la construcción de su ideología. Fue funcionario público en distintos gobiernos, colaboró en diversos periódicos con notas políticas y literarias, además de crear los propios con una línea editorial crítica.
Senador de la República en la última parte de su vida, es hoy un personaje histórico del Congreso mexicano y cuya obra literaria es reflejo de la condición nacional.
Antes de cumplir los 14 años fundó el periódico quincenal Juventud, a los 16 años ingresó a la Escuela Nacional Preparatoria en la Ciudad de México. Inició la carrera de Leyes en la Escuela Nacional de Jurisprudencia en 1909, pero interrumpió sus estudios para ocupar la cancillería del Consulado de México en Phoenix, Arizona.
A raíz del golpe de Estado de Victoriano Huerta tuvo que exiliarse en Madrid, España, donde publicó su primer libro, La querella de México, en 1915. Entre 1916 y 1920 vivió en Estados Unidos, y desde 1917 dirigió en Nueva York una revista en español llamada El gráfico y colaboró con la revista Universal. Con dichos artículos formó su segundo libro en 1920, titulado A orillas del Hudson.
De regreso a México, se desempeñó como periodista y luego fue elegido como diputado, pero debió exiliarse a partir de 1924 hasta 1936 en España, donde escribió El águila y la serpiente, publicado en 1928, que contenía memorias de las luchas civiles en nuestro país, y en 1929, publicó la novela La sombra del caudillo, considerada pieza clave para la narrativa mexicana moderna.
En 1930 inició la obra Memorias de Pancho Villa, que culminó en 1951, sumándose otros títulos como Muertes históricas, de 1958, así como Mina, El Mozo, Héroe de Navarra. En 1942 funda y dirige el semanario Tiempo, que fue considerada como una de las mejores revistas político-literaria de América.
Martín Luis Guzmán estuvo interesado en las tareas de divulgación, política, información y de cultura que realizaría hasta el final de su vida.
Fue miembro de la Academia Mexicana de la Lengua, obtuvo varios reconocimientos: el Premio Miguel Ávila Camacho, en 1959; la Condecoración al Mérito Revolucionario, en 1965, y la Medalla al Mérito militar, en 1969. Fungió como embajador de México ante la Organización de las Naciones Unidas entre 1953 y 1958, además de ser senador de la República de 1970 a 1976.
En 1960 La sombra del caudillo fue llevada al cine, aunque permaneció enlatada durante 30 años debido a la censura. A pesar que el suceso que narra esta obra había sucedido 43 años atrás, para el gobierno mexicano el discurso crítico de la Revolución Mexicana todavía resultaba incómodo. Martín Luis Guzmán murió el 22 de diciembre de 1976 en la ciudad de México a los 89 años de edad, dejando detrás un legado literario e histórico invaluable.
El año pasado, en 2015, el Museo de Arte Moderno albergó la exposición La otra fiesta de las balas que hizo alusión a la obra El águila y la serpiente, de Martín Luis Guzmán, que estuvo integrada por 58 obras de los pintores Diego Rivera, Ángel Zárraga, Frida Kahlo y Dr. Atl, entre otros, y más de 150 documentos.
La colección exhibida fue reunida por el mismo autor a partir de regalos de personajes del mundo intelectual y adquisiciones. Dicha muestra resaltó la participación de Guzmán Franco en la agitada vida política, la fundación de editoriales y la producción literaria.
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