Por: Redacción/
La soprano mixe María Reyna González convirtió su gusto por el canto en vocación, en una en la que a manera de ópera fusiona el México ancestral de las lenguas originarias con la música clásica y el jazz contemporáneo.
“Llega un momento en que algo que te gusta se convirtió en un sueño que se puede cumplir”, señala la joven cantante originaria de Santa María Tlahuitoltepec, Oaxaca, quien usa su talento para dar voz a las lenguas indígenas.
“Es muy hermoso poder cantarle a muchas personas y más, en lenguas”, señala María Reyna, quien descubrió su afición por el canto a los ocho años de edad, época en la que sólo hablaba ayuuk o mixe.
Ahora canta en diversas lenguas, como maya, mixteco, zapoteco y rarámuri, además de ayuuk, ya que en 2014, junto con su maestro de canto Joaquín Garzón, inició el proyecto Ópera Mixe, que da voz a las lenguas indígenas.
A sus 15 años, María Reyna salió de su comunidad, con el apoyo de sus padres y aún sin hablar bien español, rumbo a Guadalajara en busca de un sueño. Ahí comenzó su preparación vocal, de la mano de Joaquín Garzón, quien de inmediato descubrió su talento y potencial.
Garzón le enseñó que para ser internacional se debe ser profundamente regional y, tras subir en 2012 a redes sociales un video con la interpretación del tema mixe Täak Unk, que significa Madrecita, la fama le llegó a María Reyna.
“Nos piden un concierto y nos dicen: ´queremos escucharte cantar´, pero yo solo tenía esa canción y dos piezas en italiano. Tuvimos que montar en dos meses un repertorio para un concierto”, detalla la cantante, quien apenas estaba en preparación.
En lugar de dedicarse a la canción popular o a la ópera, la soprano mixe optó por hacer algo diferente: “cantar en las lenguas indígenas de nuestro México, como náhuatl, mixteco, zapoteco, maya y mi lengua materna, que es mixe, y abordar otras, porque hay muchas, hay 68 en el país”.
Así, decidió hacer una fusión del bel canto, las lenguas indígenas y la música clásica, con un poco de jazz contemporáneo. “Es lo que se hizo como Ópera Mixe, que está en proceso, porque realmente empezamos en 2014, y en 2018 es cuando nos estamos dando a conocer”.
El maestro Garzón afirma que Ópera Mixe busca rescatar la música del México ancestral desde su raíz más profunda y fusionar la hermosa música indígena con la suma de todas nuestras influencias, para ponerla a disposición de la gente. Al momento, explica, “hemos sido aceptados porque lo hacemos con mucho amor”.
Si bien no es ópera en sentido estricto, sí lo es en sentido filosófico, como un género que definió la identidad de cada pueblo y “nosotros lo que estamos haciendo en cada pieza es un microteatro, de momento hacemos monólogos”.
Para este 2019, a poco más de cuatro años de existencia de Ópera Mixe, María Reyna comenta: “puedo decir que estoy muy orgullosa porque nuestro primer disco sale este año, en mayo vamos a estar en el Teatro Alcalá, en Oaxaca. Se va a hacer el lanzamiento en Guadalajara y en México”.
El disco, titulado Orgullosa soy raíz, saldrá de manera independiente y estará integrado por 12 temas en mixteco, zapoteco, maya y mixe. Este 2019 es el momento propicio para darlo a conocer ya que es el Año Internacional de las Lenguas Indígenas.
La soprano afirma que hay un mundo de repertorio en las lenguas originarias de nuestro país que se puede cantar, para lo cual el maestro Garzón hace arreglos de temas tradicionales para ser interpretados a manera de bel canto o incluso también musicaliza o “viste” poemas y ella, con hablantes de otras lenguas, pule su pronunciación para que la comunidad entienda lo que canta.
“Eso lo hacemos con el corazón. Estuve compartiendo con Romeyno, el pianista rarámuri, hicimos una fusión mixe y rarámuri, fue impresionante. La gente de su comunidad me dijo: ‘gracias porque te entendimos y sí nos representas”.
María Reyna se dice muy orgullosa de ser una mujer indígena, de poder cantar en varias lenguas porque no nada más es en mixe. “Nos debemos sentir orgullosos de donde somos, de donde venimos y de la lengua materna que hablamos”.
Si bien, apunta, hay esfuerzos para fomentar, fortalecer y difundir diversas lenguas, muchas se están perdiendo “porque no nada más depende de nosotros que estamos aquí dando a conocer a través de la música, del canto, tiene que ver el trabajo de la comunidad; si adentro no las hablan, resultará difícil”.
Por ello, María Reyna celebra que este sea el Año Internacional de las Lenguas Indígenas, porque hay mucho que trabajar: “yo canto, hay poetas, otros van a enseñar la lengua, es un trabajo que debemos hacer todos. También en la comunidad, decirles a los niños ‘habla tu lengua’, a los papás ‘háblale a tu hijo en tu lengua, que no te de pena”.
Considera que lo importante es que los hablantes se sientan orgullosos de su lengua y la compartan: “me siento muy orgullosa de donde vengo, de donde soy y de representar a las comunidades indígenas a través de mi voz”. Ahora, su misión, que comenzó con el sueño de cantar, es dar a conocer nuestro canto y nuestras lenguas en otros países.
El canto en nuestras lenguas indígenas es dulce porque se trata de lenguas floridas, caracterizadas por una gran musicalidad. “Yo amo las lenguas, lo que es de nosotros y las estaremos compartiendo con nuestra voz”.
#NoHayLenguaSinPueblos y #NiUnHablanteMenos
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