Por: César Dorado/

Las ansias envuelven a los pequeños desde una noche antes, sin poder dormir y con la preocupación de pensar en si llegará o no su carta a través del globo a los tres Reyes Magos es lo que no deja descansar los párpados de los niños de México, quienes, sin olvidar el día exacto, continúan forjando una tradición que sus padres y abuelos también disfrutaron con algún juguete que ya no existe.

Oficialmente, el 6 de enero se celebra en diversos países de Latinoamérica y Europa el Día de los Reyes Magos, festividad en la que se recuerda la adoración de la que fue objeto el niño Jesús por parte de Melchor, Gaspar y Baltasar, como signo de reconocimiento del mundo pagano de que Jesucristo es el rey y salvador de la humanidad.

En la biblia, específicamente en el Evangelio de San Mateo del Nuevo Testamento se menciona que magos querían adorar el Niño Dios. Dentro de ese pasaje bíblico se cuenta que después del nacimiento del Mecías, esos magos-sin especificar el número- fueron guiados por una estrella para que lograran llegar al nacimiento del pesebre de ese ser elegido.

Antes de la llegada a su destino, visitaron al rey Herodes de Jerusalén, quien recurriendo a las escrituras de la biblia dijo que aquel niño debió haber nacido en Belén. Aprovechando su viaje, el rey aprovechó para indicar que en su retorno le proporcionaran la dirección exacta para ir a dorar al elegido, sin embargo, estos no cayeron en la trampa pues sabían que él sólo quería asesinar al niño.

A su llegada ofrecieron oro, incienso y mirra y retornaron sin pasar por Jerusalén, para evitar la tragedia que había planificado el rey Herodes.  Ahora bien, ¿cómo es que nace la tradición de Día de Reyes Magos como la conocemos?

A partir del siglo III, el Papa León I estableció que los magos del Evangelio de San Mateo fueran llamados Reyes, ya que se trataba de personas que contaban con grandes riquezas y se estimó que eran tres ya que sólo fueron tres regalos los que se entregaron. El nombre de los tres reyes magos que actualmente se conocen surgió en el siglo VI, cuando aparecieron en el mosaico de San Apollinaire Nuovo, en donde van vestidos con un estilo persa que se transformó hasta el siglo XV.

A partir de este siglo, también se evocaron a las tres razas que se creían sólo existían en la Edad Media; Melchor como Europa, Gaspar Asia y Baltasar África. La tradición no evocó al pedir regalos sino hasta cuatro siglos después, cuando en España la noche anterior a la Epifanía se convirtió en la Noche de Reyes y así, hasta la mitad del siglo XIX pudo emigrar hasta Latinoamérica, en donde desde entonces los niños piden a estos tres personajes algún juguete con el que puedan jugar todo el año.

La noche del Día de Reyes sumerge al país en una atmósfera de inocencia y alegría inigualables en otras festividades del año, y aunque los juguetes han sido cambiados por equipos electrónicos que hacen estar a los niños en casa todo el día, lo importante es disfrutar esa mañana en compañía de un pedazo de rosca con un buen chocolate caliente y sonreír con los juguetes que se presumen en la calle con todos los amigos.