Por: César Dorado/
El 15 de mayo, Christie´s realizó en Nueva York la subasta de Arte Contemporáneo y de Post-Guerra en donde la pieza “Rabbit” del estadunidense Jeff Koons salió galardonada con 91 millones 75 mil dolares, convirtiendo al artista en el más cotizado del mundo, después de que tan solo hace seis meses el primer lugar lo tenía el pintor británico David Hockney por su pintura “portrait of a artist” vendida en 90.3 millones.
Coleccionistas, conocedores y multimillonarios del mundo del arte, se reunieron en la casa de subastas Christie´s por la noche para iniciar uno de los negocios no regulados más representativos a nivel internacional y alzar la mando al estilo inglés para ofertar por piezas como el retrato de “Elizabeth Taylor” de Andy Warhol y “Rabbit” de Koons.
Entre los presentes, se encontró Peter M. Brant, un empresario creador de algunas revistas de arte quien en 2018 haya sido acusado por no pagar 3.3 millones dólares a trabajadores y artistas al irse a bancarrota con su empresa Interview. Igualmente, y cerca de Brant, se encontraba el vendedor de arte Larry Gagosian, galerista representante de Jeff Koons y dueño de 16 galerías alrededor de todo el mundo.
Sin embargo, quien destacó sobre todos fue el ex bancario y coleccionista Robert Mnuchin, el cual iba en portavoz de un anónimo para ofertar por uno de los cuatro conejos de acero inoxidable. La subasta comenzó con 40 millones, para después elevarse a 60 y así continuamente. Las ofertas de Mnuchin no dejaban de aparecer hasta que finalmente colocó la ganadora en 80 millones de dólares que, con cuotas agregadas, ascendieron a 91 millones 75 mil dólares (1,786,481,662.50 pesos mexicanos).
Las especulaciones comenzaron a surgir cuando los presentes se preguntaban quién era la persona detrás del teléfono con quien hablaba Robert Mnuchin; quién era el afortunado de obtener uno de los cuatro conejos y el único de carácter privado de esa colección. Y aunque el coleccionista no contribuyó para que se supiera la identidad para quien estaba trabajando, más tarde se supo que el gestor de fondos de cobertura Steve Cohen, era quien había aportado la cifra final de la subasta.
Steven A. Cohen es un empresario que se ha visto involucrado en delitos relacionados con fraude, pues en 2016, su antiguo grupo SAC Capital Advisors se declaró culpable de fraude de valores y pagó una multa de 1.8 millones de dólares, lo cual hizo que durante dos años el magnate no pudiera administrar dinero que no fuese de él debido a un acuerdo con el gobierno. Sin embargo, apenas en 2018 comenzó a dirigir Point72 Asset Management. El ahora dueño de la escultura, también es un coleccionista que ha a lo largo de los años ha obtenido obras de artistas como Andy Warhol, Pablo Picasso, Jasper Johns, Damien Hirst, entre otros. La gran mayoría de esas piezas se encuentran en su propiedad de Greenwich, Connecticut.
Dentro de este panorama se puede vislumbrar que, en el mundo del arte, el misterio y la discreción son partes esenciales para su divulgación y comercializaciones multimillonarias, porque más allá de los fines estéticos y filosóficos de las obras, estas se convierten en armas para lavar dinero, según Thomas Christ, miembro del consejo del Instituto de Basilea sobre Gobernabilidad en suiza, institución encargada de estudiar el tema.
A lo largo de la historia, el arte ha tenido como objetivo enaltecer el espíritu humano que lo crea, sin embargo, también se ha convertido en una manera de representar poder económico en las galerías y subastas. Pero quizá hay sobre un cambio radical sobre la creación y percepción del arte en esta era contemporánea.
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