Por: Redacción
“No oigo bien, hablo mal, camino peor. Lo único que me queda es que sé escribir y amar, pero lo último me está negado, entonces me conformaré con escribir, porque lo hago con mucho gusto”, reveló la escritora y periodista María Luisa La chinaMendoza durante la charla que ofreció en el Área de Murales del Palacio de Bellas Artes.
Acompañada por la poeta, novelista y dramaturga Marcela del Río Reyes, La china Mendoza inauguró el ciclo Mujeres de letras, que organiza la Coordinación Nacional de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).
Mujeres de letras, que se realizará una vez al mes, será un espacio en el que diferentes escritoras conversarán sobre su vida, libros y experiencias literarias.
María Luisa Mendoza inició su conversación sobre cómo se le ocurrió escribir su primera novela Con él, conmigo, con nosotros tres, un libro que, de acuerdo con Marcela del Río, “representa el hito de la literatura mexicana”.
La china Mendoza detalló que el libro surgió de un verso que tomó de Muerte sin fin, de José Gorostiza, que le llamó la atención porque, dijo, es una premonición de lo que iba a pasar y sucede en México, aunque nunca y nadie sepa en realidad qué es lo que va a ocurrir.
“Escogí el verso porque no se entiende bien y a la vez se entiende todo: Con él, que es Dios, conmigo, que es ésta, yo, pobre mujer; con nosotros tres, que es una persona, un ser, un ideal, la satisfacción o la muerte, que es lo que siempre he buscado a lo largo de mi vida”.
La autora de Ojos de papel volando también conversó sobre una figura trascendental en su vida: su padre, a quien consideró, además de sus perros, el único ser que en la vida la ha amado.
“Amo a mi padre, más todavía en la memoria y ahora en la cercanía del fin. Es mi personaje único, primero y último. El hombre con el que quiero volver a soñar y no puedo, ya que sueño con mis casas de Guanajuato, corriendo por los cerros y con vestidos de flores”.
La escritora de Crítica de la crítica también compartió con el público algunas anécdotas tristes de su vida y cuál es el lugar en el que considera tuvo su mayor felicidad: su infancia en Guanajuato.
“Fui una niña que creía que todas las otras chicas que me rodeaban eran los seres más inteligentes de la vida y además todas hermosísimas y yo no era ninguna de las dos cosas, lo cual ahora, con el tiempo, descubrí la verdad, que no soy la más bonita pero sí la más inteligente.
“Soy la que leía más, la que soñaba, la que subía a los árboles más altos, la que comía más y cortaba mejor los aguacates”.
Finalmente, La china Mendoza dijo que últimamente ya no se dedica a escribir novelas, porque algo en su interior se rompió cuando “le quebraron las alas” desde que vio que la crítica literaria desdeña su trabajo.
“Menosprecia el trabajo de las mujeres que estamos todo el día dale y dale a la letra. Somos tres, cuatro o cinco muy buenas escritoras y nadie nos pela, en este país pareciera hay sólo dos escritoras.
“Lo que estoy haciendo con Dios es un pecado, porque él me dotó y yo simplemente no hago más que leer el periódico que me tiene enloquecida al ver lo que sucede en el mundo y México, pido perdón por eso”.
Para conocer más sobre el ciclo Mujeres de letras se puede visitar: www.literatura.bellasartes.gob.mx
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