Por: Redacción
Ricardo Manoukian, un joven bonaerense jugador de rugby, fue secuestrado el 22 de julio de 1982. Su familia pagó el rescate exigido por los criminales, 250 mil dólares estadounidenses. Recibió a cambio el cadáver de su hijo con tres balazos en la cabeza. El caso de Ricardo fue el primero de una serie de secuestros perpetrados por la familia Puccio, cuya historia verídica sirve de trama para El clan(2015), la más reciente película de Pablo Trapero.
Arquímedes Puccio, patriarca y líder de la organización delictiva, y Alejandro Puccio, su primogénito obligado a apoyar el negocio familiar, son los protagonistas del largometraje que será exhibido en la Sala 1, Jorge Stahl, de la Cineteca Nacional a partir del viernes 18 de diciembre.
La familia vivía bajo una fachada impecable. De clase media alta, eran dueños de un local de artículos deportivos, situado en la planta baja de su propia casa y de un bar en la misma colonia. Su hijo mayor, Alejandro, era estrella de rugby del Club Atlético San Isidro. No fue coincidencia, por lo tanto, que las primeras víctimas de los Puccio fueron jugadores del mismo equipo.
Cuando la verdadera naturaleza del clan salió a la luz en 1985 se desató un escándalo en los medios de comunicación de Buenos Aires.
Pablo Trapero tenía 14 años y, además de quedar impactado por los sucesos, le dio seguimiento a la noticia que, según comenta en entrevista con TeleShow, se fue enriqueciendo con el paso del tiempo cuando se encontraron más y más casos vinculados con los Puccio.
“Por curiosidad personal, en ese momento lo seguí. Más tarde, cuando empecé a hacer cine sentí que era un buen punto de partida para una película”, aseguró. “Siento que esta historia, increíble y alucinante, que fui siguiendo y que muchos seguimos durante años, podía ser un punto de partida para una ficción”.
El cineasta argentino ha asegurado también que al ser una película de ficción, se trata de una interpretación de lo que en realidad sucedió. Sin embargo, la producción de El clan procuró respaldar su argumento y el mundo cinematográfico que crearon con la mayor cantidad de fuentes testimoniales posibles.
Los realizadores entrevistaron a amigos de Alejandro y de Daniel Puccio que conocían algunos aspectos de la vida privada de la familia. Además consultaron a jueces y peritos que trabajaron en el caso, quienes les facilitaron el acceso a documentos como intercambios epistolares familiares y las cartas de rescate que Arquímedes obligaba a sus víctimas a escribir.
El largometraje se estrenó en Argentina el 13 de agosto y varios familiares de las víctimas, que también ayudaron en la preproducción, se declararon en favor de la interpretación de los hechos. “El día que la vi lloré, me angustié. Pero ahora que veo las repercusiones siento que esto genera consciencia en la gente sobre las cosas que pasaron en nuestro país. Es una forma de mantener la memoria de mi hermano”, comentó Guillermo Manoukian para el diario La Nación.
Pablo Trapero recibió el León de Plata como Mejor Director por El clan, que ha sido seleccionada como la representante de su país en la carrera hacia los 88 premios de la Academia.
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