Por: Redacción/
Una de las atracciones de la Ciudad de México más recientes es tomarse la foto con la escultura Las alas de México, obra monumental del artista plástico Jorge Marín, que continúa como un importante gancho cultural y turístico en su ubicación actual sobre Paseo de la Reforma, a la altura del camellón lateral y en el entronque con la calle de Varsovia, a unos pasos de la Columna de la Independencia.
Estas alas, que llegaron en octubre pasado a su nuevo sitio, luego de permanecer por casi una década también sobre Reforma, pero a la altura del Bosque de Chapultepec, llaman la atención de los transeúntes que se acercan, las admiran y no dudan en fotografiarse con ellas para asemejarse a un ángel urbano. A la fecha, miles de adultos y niños, habitantes y visitantes de esta metrópoli, han capturado su imagen alada, y más personas pueden conocerla a cualquier hora, los 365 días del año.
Jorge Marín (Michoacán, 1963) ha llevado sus alas de México a recorrer el mundo, pues piezas como ésta se han instalado de forma definitiva en 13 ciudades de tres continentes. Además, la obra se ha exhibido temporalmente en más de 20 urbes de las más diversas latitudes.
Con más de 30 años de trayectoria, el autor es uno de los mayores exponentes del arte contemporáneo figurativo en México. A lo largo de su carrera, su arte ha sido multifacético, lo que le ha permitido abarcar distintas disciplinas y trabajar con diversos materiales; sin embargo, su búsqueda plástica lo llevó al bronce, material que constituye el signo distintivo de su trabajo.
De acuerdo con su página web (www.jorgemarin.com.mx), Jorge Marín incursiona con sus bronces en dimensiones escultóricas que abarcan desde la miniatura hasta la escultura monumental, formato que ha exhibido tanto en México como en el extranjero y que ha colocado exitosamente en el espacio público, como es el caso de Las alas de México.
La pieza escultórica fue reubicada debido al proyecto “Sendero Compartido Reforma”, el cual corre en el camellón central de la avenida, entre la Estela de Luz (calle Lieja) y la Fuente de Petróleos (calle Monte Elbruz). El sendero busca brindar a peatones y ciclistas un espacio accesible y seguro para acceder a la Primera Sección del Bosque de Chapultepec y Polanco; también da continuidad a la Ciclovía Reforma que conecta con el Centro Histórico.
Con el visto bueno del artista, el Comité de Monumentos y Obras Artísticas en Espacios Públicos de la Ciudad de México, en el que participan instancias locales como la Secretaría de Cultura, además del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), eligió la ubicación actual considerando que Las alas constituyen un gran atractivo cultural y turístico de la capital del país; se valoraron las características de los alrededores, así como el entorno visual, a fin de que la ciudadanía pudiera mantener la misma interacción con esta pieza de arte.
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