Por: Oswaldo Rojas

La novela De perfil , de José Agustín, cumple cincuenta años de haber sido publicada por lo que el escritor mexicano recibió ayer en persona un homenaje en el Palacio de Bellas Artes por parte de Juan Villoro, Rosa Beltrán y Enrique Serna, además de un numeroso público que lo recibió con emoción.

En presencia de lectores y amigos del escritor guerrerense los ponentes afirmaron que el corpus de la obra de José Agustín es un himno a la juventud que habla consigo misma, al crítico fresco y al rebelde de la literatura.

Rosa Beltrán fue la primera en comentar que De perfil, La tumba y Se  está haciendo tarde son las novelas que mejor muestran al escritor que supo mantenerse joven en su narrativa. “A partir de la obra de José Agustín la literatura mexicana dio un giro de 360°. La novedad consistió en crear un lenguaje y un universo que no solo introducía los temas de los jóvenes y los narraba desde su punto de vista, además de un manejo portentoso del idioma donde los gestos y mascaras se daban de forma no apta para mayores de 30 años”.

Por su cuenta Enrique Serna  dijo que pese al medio siglo de la publicación de De perfil, la novela se impone al paso del tiempo y logra que incluso ahora la generación milenial se interese e identifique con ella gracias a que la prosa del escritor logra transformar las experiencias vividas o imaginadas en una visión perdurable.

“La narrativa de José Agustín podría llevar de epígrafe el verso de Quevedo ´Solo lo fugitivo permanece y dura´. Anclada al México de los años 60´s De perfil no es una novela reñida con la idea de perdurar, pero hace tanto escarnio a las bellas letras que hizo, de su pretencioso coqueteo con la posteridad, que algunos críticos la vieron como el equivalente literario del happening”, explicó Serna durante la lectura de su ensayo para la ocasión José Agustín. Permanencia de lo efímero.

Fue también Serna quien aseguró al público que hay un momento en la obra de José Agustín en que su sentido de la narración se vuelve “indescifrable” sin una inmersión previa en las teorías psíquicas de Carl Jung, del I ching, el taoísmo y la mitología de las culturas prehispánicas. Sin embargo fue puntual al aclarar que esto no significó que el jalisciense escribiera solo para iniciados en la alta literatura, sino que por el contrario supo desahogar la densidad de esos temas.

El escritor y periodista Juan Villoro coincidió con Serna al decir que la naturalidad en el uso lenguaje juvenil es esencial en De perfil. Dijo que una muestra más de la culminación de esa escritura fresca es Se está haciendo tarde, que para él se trata de la versión psicodélica de la Divina Comedia.

Finalizó recordando que la obra de José Agustín se convierte en una muestra de su versatilidad y que cualquier intento de etiqueta resulta ambiguo: “No se trata de buscar el prestigio snob de la filosofía en los libros de José Agustín, sino encontrar en las circunstancias más comunes el contacto con lo sagrado. Es decir, que la realidad es un objeto místico”.

José Agustín recibió las palabras de sus colegas desde el mutismo de su asiento para finalmente levantarse acompañado de sus hijos y acercarse a sus lectores en una firma de autógrafos.