Por: Mugs Redacción
La Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México transitó de la alegría y la fiesta del Viejo Oeste de Estados Unidos, a través de los cuatro episodios coreográficos del ballet Rodeo, de Aaron Copland, a la melancolía y la composición sombría de la primera sinfonía de Johannes Brahms, que entusiasmaron al público asistente.
Bajo la batuta huésped del reconocido director cubano, Iván del Prado, la agrupación de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México presentó este fin de semana el conciertoDel Prado: Brahms, Sinfonía No. 1, en su sede la Sala Silvestre Revueltas, del Centro Cultural Ollin Yoliztli, en el marco de su Tercer Segmento de la Temporada 2015.
El público fue introducido al misticismo y la fantasía que en 1823, el compositor italiano Gioacchino Rossini (1792-1868), estampó en la Obertura de su ópera Semíramis, cuyo personaje principal es una antigua reina Asiria que impregnó la mitología griega, y que hechizó al público a través de la sensible interpretación de la Filarmónica.
De este encanto sonoro, la agrupación, considerada una de las más importantes en nuestro país y América Latina, saltó a las notas alegres y festivas de los cuatro episodios coreográficos del ballet Rodeo, del estadounidense Aaron Copland (1900-1990), que emocionó a los niños, jóvenes y adultos presentes.
El paisaje solitario de las praderas del oeste y el acelerado ritmo de su fauna, fue yuxtapuesto a través de los violines y la intensidad de las percusiones, en los primeros dos episodios Buckaroo holiday y Corral nocturne, del ballet Rodeo.
El reflejo musical de la vida contemplativa de los cowboys se hizo presente con la interpretación del tercer episodio Saturday night waltz, mientras que la alegría y la juerga de esta costumbre estadounidense – equivalente a una charreada mexicana- animó al público con el último episodio Hoedown, que remontó sonoramente al pasatiempo y espectáculo de estos concursos de monta y doma de animales.
Bajo la emotiva dirección de Iván del Prado, la Filarmónica, nombrada por la Unión Mexicana de Críticos de Teatro y Música, en el año 2000 como “la Mejor Orquesta de México”, acercó al público asistente a la lúgubre y melancólica Sinfonía No. 1 del compositor alemán Johannes Brahms (1833-1897), cuyo proceso creativo tomó más de 20 años para consolidar esta obra como su gran aporte y ejecución de la forma sinfónica, en la que plasma su romanticismo y su gusto por la música clásica.
De manera excepcional, la Orquesta Filarmónica interpretó los cuatro movimientos que componen esta Sinfonía No. 1, que al paso de los años, llevó a Brahms a la misma altura de Bach y Beethoven, Un poco sostenuto-Allegro, Andante sostenuto, Un poco allegretto e grazioso y Adagio-Piu andante-Allegro non troppo ma con brio.
Los cuatro movimientos transitaron de la melancolía, a la tranquilidad, el misterio, la angustia y la desesperación que remató en una gran intensidad sonora que culminó el concierto y arrebató el contante aplauso del público asistente.
Este concierto, titulado Del Prado: Brahms, Sinfonía No. 1, podrá ser escuchado este domingo 15 de noviembre a las 12:30 horas en la Sala Silvestre Revueltas del Centro Cultural Ollin Yoliztli, ubicado en Periférico Sur No. 5141, Colonia Isidro Fabela. La admisión general es de $132.00 pesos, con 50% de descuento a estudiantes, maestros e INAPAM.
Para conocer más de los programas de la OFCM, se puede visitar el sitio de internet http://ofcm.cultura.df.gob.mx/
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