Por: Redacción
La Orquesta Escuela Carlos Chávez (OECCh) propone un recorrido sonoro por el sistema solar este 17 y 18 de marzo, en el Auditorio Blas Galindo del Cenart, pues interpretarán la suite Los planetas de Gustav Holst, bajo la dirección musical de José Luis Castillo.
Conformada por siete movimientos, esta suite para orquesta fue ideada por el compositor inglés entre 1914 y 1916. Se trata de la obra más famosa de Holst en la que el público podrá disfrutar de una orquestación singular con instrumentos como el oboe bajo, la flauta en sol y una amplia dotación de 12 percusiones (bombo, batería, platillo, triángulos, tambor militar, pandereta, gong, campanas, xilófono, marimba y dos juegos de timbales).
A decir de Eduardo García Barrios, titular de Sistema Nacional de Fomento Musical de la Secretaría de Cultura federal, estos conciertos desvelaran el desarrollo musical de los miembros de la orquesta, pues en esta ocasión, además de interpretar una obra de alto nivel de ejecución, serán guiados por José Luis Castillo, connotado director de orquesta, quien actualmente dirige a la Orquesta de Cámara de Bellas Artes y el Centro de Experimentación y Producción de la Música Contemporánea (Cepromusic) del INBA.
Serán dos conciertos de alta exigencia para los miembros de la OECCh no sólo por el nivel musical, también por el trabajo con el director. El público, sin duda, gozará de dos presentaciones vibrantes, llenas de evocaciones místicas, pues es importante subrayar que Gustav Holst da el nombre de Marte, Venus, Mercurio, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno a cada movimiento de la suite para evocar el perfil astrológico de cada planeta y no a partir de cuestiones mitológicas que tengan que ver con la cosmovisión grecorromana.
“Es una composición que gusta mucho al público por su variedad de ritmos, texturas y timbres sonoros. Cabe señalar que sólo alude a siete de los ocho planetas que integran el sistema solar pues, hasta el momento, no se conocen razones del porqué no hay una representación sonora de la Tierra”, expresó García Barrios.
Dicho recorrido sonoro-espacial inicia con Marte, el portador de la guerra, movimiento en ritmo de marcha lenta, donde los trombones, trompetas, tuba y percusiones se escuchan con mayor fuerza, para sugerir un momento de acción bélica.
Venus, el portador de la paz, es una danza que se contrapone al espíritu guerrero de Marte; por ello flautas, oboes y el arpa expanden un ambiente de calma que se combina con la participación de los violines.
La tercera parte se titula Mercurio, el mensajero alado, el cual propone un viaje que trae consigo cambios de ritmo y una preponderancia de timbres sonoros que recuerdan Scherezada de Rimski-Korsakov.
Por otra parte, el canto de los pájaros es representado con la intervención de las flautas en Júpiter, el mensajero de la alegría, cuarto movimiento donde violas y violonchelos se conjugan con el sonido emitido por los trombones.
Saturno, el portador de la vejez, es una representación musical de esta etapa que vive el ser humano, por lo que está configurado en tono grave ejecutado por las cuerdas (violines, violas, violonchelos y contrabajos) y las maderas (flautas, clarinetes, oboes y fagotes).
Urano, el mago, es el penúltimo movimiento de esta suite, donde los metales adquieren un protagonismo máximo, es una danza que sugiere tención, con la intervención del bombo y los platillos.
Finalmente, en este recorrido planetario; Neptuno, el místico, es el último cuerpo celeste que Holst representa con música y enlaza vibrantes efectos con percusiones como el xilófono y la marimba, los cuales se conjugan con el arpa y el coro de voces femeninas que nos eleva al espacio sideral.
La cita para escuchar la interpretación de la Orquesta Escuela Carlos Chávez a la obra Los planetas de Gustav Holst, es el sábado 18 de marzo, a las 13:30 horas y el domingo 19, en el Auditorio Blas Galindo del Centro Nacional de las Artes. La entrada es libre para ambas presentaciones.
Para mayores informes consulte la cartelera en http://snfm.cultura.gob.mx/
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