Por: Redacción/
La Orquesta Escuela Carlos Chávez (OECCh) iniciará con mucho rigor sus actividades en este 2018, ya que Enrique Diemecke los dirigirá en dos conciertos a realizarse, 27 y 28 de enero, en el Auditorio Blas Galindo del Cenart, donde el público escuchará la Sinfonía núm. 2, Op. 27 en mi menor de Rachmáninov y el Concierto núm. 2 para contrabajo y orquesta en si menor de Bottesini.
Se trata de un programa con un grado de dificultad interesante, señaló Mario Rodríguez, coordinador de la OECCh, pues ambas obras requieren de un rigor musical complejo, tanto en la cuestión técnica como en su interpretación. “La obra de Rachmáninov tiene un sonido sutil que implica un alto grado de dificultad para las cuerdas y la obra de Bottesini requiere un virtuosismo máximo para el contrabajista que participe como solista”.
Compuesta entre 1906 y 1907, la obra de Rachmáninov se ubica dentro del estilo romántico y está integrada por armonías y motivos melódicos enlazados de manera compleja; contiene pasajes difíciles de interpretar sobre todo para las cuerdas, quienes tienen que realizar digitaciones rápidas y poner a prueba su agilidad con los dedos”, dijo Rodríguez.
En el caso del Concierto núm. 2 para contrabajo y orquesta en si menor de Bottesini, el coordinador de la OECCh, explicó que se trata de una obra de estilo neoclásico, compuesta hacia la mitad del siglo XIX, la cual requiere de una sonoridad precisa entre la orquesta y el contrabajo, dado que al no encontrarla, el instrumento solista puede no llegar a escucharse del todo.
“Aquí el contrabajista tendrá que mostrar su virtuosismo y sus posibilidades técnicas para interpretar el instrumento, mismo que habitualmente no se puede apreciar. De hecho, el repertorio para contrabajo y orquesta no es muy amplio”, apuntó.
En este sentido, Carlos Javier Vázquez, contrabajista de la Orquesta Escuela Carlos Chávez y por ende alumno de la Licenciatura Instrumentista, quien además sustentará su examen de titulación el domingo 28 de enero, dijo que esta obra más allá de las palabras, le propone a él como instrumentista mimetizarse con su instrumento, volverse un mismo cuerpo.
“Como contrabajista, pocas veces se pueden mostrar las posibilidades técnicas, esta obra tiene cadencias que normalmente no interpretamos dentro de una sinfonía. Para mí, interpretar esta obra es una locura y momento mágico, un compromiso muy alto, porque además de participar como solista, será mi examen de titulación y el maestro Enrique Diemecke, será quien nos dirija”, declaró.
Cabe señalar que Carlos Javier Vázquez es el egresado número 22 de la Licenciatura Instrumentista que se imparte en el Sistema Nacional de Fomento Musical, programa académico de alto rendimiento que se encuentra inserto a las actividades de la Orquesta Escuela Carlos Chávez.
“Estoy agradecido con el Sistema Nacional de Fomento Musical, pues decidí dedicarme a la música, después de haber pertenecido a la Orquesta Sinfónica Infantil de México de 2009 a 2011, ahí me empapé de todo este universo, conocí a maestros que me guiaron por este camino que estoy a punto de concluir. Me permitió departir y escuchar a directores como Enrique Diemecke, que siempre tiene un halo musical que contagia e invita a superarnos día a día”, concluyó.
La cita para presenciar estos conciertos es el sábado 27 de enero, a las 13:30 horas, y el domingo 28, a las 18:00 horas, en el Auditorio Blas Galindo del Cenart. La entrada es libre, para mayores informes consulte la cartelera en http://snfm.cultura.gob.mx/
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