Por: Redacción
Al presentar el catálogo de la muestra Otto Dix. Violencia y pasión, en el Auditorio Adolfo Best Maugard, la directora del recinto, Sara Baz, destacó que la primera retrospectiva del pintor alemán en nuestro país es una oportunidad única pues reúne 161 piezas, realizadas entre 1914 y 1969 por Otto Dix, quien incursionó tanto en el expresionismo alemán como en la nueva objetividad, con importantes aportaciones a la gráfica sobre la guerra.
Alivé Piliado, curadora asistente del Munal, indicó que Violencia y pasión fue curada especialmente para México por Ulrike Lorenz y que incluso personas de Alemania han señalado que ni en Dresde se había visto una exposición tan grande y completa de Otto Dix.
Recordó que son los últimos días para admirar esta muestra que reúne piezas procedentes de distintos países como Inglaterra, Estados Unidos, Canadá y Suiza, además de Alemania, de este artista que no es tan conocido por el público mexicano.
De hecho, dijo, el catálogo de la exposición, con artículos escritos por Ulrike Lorenz, es uno de los pocos libros en español y en América Latina de Dix, un artista que no paró de crear obra, con excepción del año 1952 en que murió su hija, dando así el testimonio de lo que aconteció en su época.
Precisó que los cuadros de Otto Dix abarcan una amplia gama, desde su experiencia en las trincheras de la Primera Guerra Mundial, así como piezas de estilo impresionista y expresionista, además de retratos, acuarelas, grabados y paisajes.
Alivé Piliado comentó que la obra de este artista es tan actual como en los años en que fue creada, ya que el pintor se dedicó a explorar la parte grotesca del arte en diferentes facetas, y que el público mexicano tiene la oportunidad de recorrer en esta exhibición.
Por su parte, José Alberto Moreno, especialista en procesos culturales, aseguró que Otto Dix. Violencia y pasión es una de las mejores exposiciones que se han montado en el país, la cual se encuentra en el mejor museo de México por la calidad de las muestras que presenta.
Indicó que en las piezas de Otto Dix, el público puede contemplar otras experiencias humanas y a partir de ellas reflexionar sobre el hombre y la sociedad, ya que se trata de obras de una gran crítica social.
El especialista destacó que al estar en las trincheras, el pintor alemán se convirtió en una de las memorias más poderosas de la Primera Guerra Mundial y en su obra está la vergüenza y el horror de la experiencia de la guerra, como una conciencia que habla y no la deja morir.
Por ello, dijo, él pinta la decadencia en plena república de Weimar: los soldados, los burdeles, los lisiados como una manera de decir “estoy vivo” y por ejemplo, en el tríptico Metrópolis aparece el mundo glamoroso de Berlín con la miseria de los ex combatientes de la guerra.
Otto Dix. Violencia y pasión, que se presenta en el marco del Año Dual México-Alemania, permanecerá abierta hasta el próximo domingo 15 de enero en el Museo Nacional de Arte, calle Tacuba No. 8, Centro Histórico de la Ciudad de México, en un horario de 10:00 a 18:00 horas y el domingo la entrada es libre.
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