Por: Redacción
La nueva ley de cultura debe establecer con claridad la importancia del cine como generador de riqueza artística y económica, pues a partir del 2010 registra un crecimiento que beneficia la inversión y generación de empleos, y contribuye a fortalecer la identidad nacional y el tejido social, aseguraron los senadores Zoé Robledo, Gerardo Flores y Marco Blázquez.
Durante la reunión de trabajo de la Comisión de Radio, Televisión y Cinematografía, el Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine) presentó el Anuario Estadístico de Cine Mexicano 2016, donde destaca que la industria registró un crecimiento de 5.6 por ciento, pero aun no es altamente competitivo frente a producciones extranjeras; además de que entre 40 y 50 por ciento de los mexicanos no tienen acceso al mismo, debido a la pobreza.
El presidente de la Comisión, senador Zoé Robledo, apuntó que dentro de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte se encuentra lo relativo a la cultura, que implica la industria cinematográfica y sus retos, como alcanzar la digitalización y, ello, no puede quedar fuera de la ley de cultura.
Hay retos en materia de equidad en el acceso a los derechos culturales, agregó el legislador del Grupo Parlamentario del PT, pues actualmente entre 40 y 50 por ciento de los mexicanos no pueden acudir a las salas cinematográficas o acceder a películas a través del internet, debido a las condiciones de pobreza en que viven.
El senador Flores Ramírez, del PVEM sotuvo que la producción de películas nacionales ha evolucionado favorablemente desde 2010, incluso con respecto a otros países, lo cual es poco conocido, por lo que el Senado y la Cámara de Diputados deben “hacer un esfuerzo para que se multiplique la difusión de los avances”.
En lo anterior coincidió el senador Blásquez Salinas, al apuntar que la pujanza del cine mexicano favorece también la promoción de la cultura y valores, además de generar dinero en beneficio, de forma directa e indirecta, de millones de mexicanos.
Los directores de Imcine, Jorge Sánchez Sosa; y de la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica (Canacine), Agustín Torres Ibarrola, coincidieron que pese a las condiciones económicas adversas, este sector “goza de buena salud”.
Sin embargo, para mantener este crecimiento se requiere atender retos, como la digitalización que debe hacerse de forma inmediata, pues posteriormente de utilidad para alcanzar mayor competitividad, agregaron.
Destacaron que, el incremento promedio del cine nacional en el periodo 2008-2014 fue de 6.5 por ciento, superior al promedio del sector de la cultura e incluso del total del Producto Interno Bruto nacional, de dos por ciento. “En otras palabras, el comportamiento económico del cine es casi tres veces más dinámico que el conjunto de la economía mexicana”.
Las estadísticas revelan que se requiere reforzar el apoyo, pues de 425 películas estrenadas en México el año pasado sólo 85 fueron nacionales; en contraparte, en EU sólo se estrenaron 10 películas mexicanas.
Además, México ocupa el cuarto lugar de venta de boletos en el ranking mundial; sin embargo, entre 40 y 50 por ciento de los mexicanos no tienen acceso al cine, derivado de las condiciones de pobreza en el país.
En el evento participaron el director Marco Polo Constandse y el académico Rodrigo Eranza, entre otros.
No Comment