Por: Redacción/
Con alrededor de seis mil imágenes de 500 autores originarios de 21 países, Ser mujer en Latinoamérica integra un formato de ediciones colaborativas de la Unidad Cuajimalpa cuyo quinto volumen fue configurado a partir de una convocatoria en redes sociales –Facebook e Instagram, principalmente– indicó el maestro Francisco Mata Rosas.
El coordinador general de Difusión de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) dio a conocer la obra en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara 2018 y recordó que los precedentes del proyecto fueron: Adiós TV, un comentario al cambio tecnológico de la televisión analógica a la digital; 43, centrado en las protestas y los movimientos sociales por el caso de la desaparición de alumnos de la normal de Ayotzinapa; Migración 2.0, sobre los movimientos de migrantes; y, 19S, a propósito del sismo en la Ciudad de México en septiembre de 2017.
El académico puntualizó que también resultó del trabajo de investigación enfocada en el estudio de la fotografía digital, en el que “nos dedicamos a analizar la relación y el impacto entre imagen y medios sociales, ya que no sólo nos interesa difundir la cultura o hablar visualmente de un tema”.
La doctora Alejandra Osorio Olave, directora académica y cultural de la Rectoría General de la Casa abierta al tiempo y docente del Departamento de Ciencias de la Comunicación de la Unidad Cuajimalpa, añadió que se sintió identificada con la obra a la que calificó como potente, pues “sentí que me hablaba, no sólo por ser mujer, sino que apelaba por la relación que establecen las imágenes entre ellas, creando un discurso que a ratos contrapuntea, denuncia y conduce a una sugerente narrativa”.
La especialista cuestionó “cuándo nos hacemos mujeres” y respondió que si el énfasis “lo ponemos en el ser hablaríamos de un modo particular en el que esto se articula con una condición específica que es mujer, es decir, se refiere a una acción que se comporta de formas particulares cuando habita su mujeridad”. Además se le ha dotado de sentidos desde la especificidad de este continente.
Entonces, “vemos emerger las imágenes, que de esa forma se expresan, se articulan y se dejan estar. Sin duda, estamos viviendo un momento histórico, nutrido por muchos otros de luchas anteriores en el cual nos preguntamos: ¿Cuáles son nuestros límites?, ¿Son de nosotras?, pero sobre todo ¿Quién los puso, de qué sirven?”.
Ese ser mujer desde la imposición está en crisis, por eso la pertinencia de este libro en este momento justo. El proceso es interesante para dar cuenta de esto, ya que es un llamado abierto y, por tanto, se traduce en una voz colectiva que toma el pulso de las discusiones actuales y que señala las temáticas que buscan manifestarse.
Osorio Olave afirmó que el volumen hace notar que “ser mujer puede ser una militancia, una trinchera, un faro o un remanso, lo cual se complejiza cuando se topa con el mal entendimiento de otros muchos modos de habitar el ser en América Latina arraigados desde lo patriarcal, un pulpo que extiende sus tentáculos a formas de poder y coerción hacia nuestro cuerpo y decisiones.
“Somos diversas y estamos dispuestas a cruzar las imposiciones que desde el género mismo se construyen, sin con ello tener que renunciar a la maternidad, si así lo queremos; sin dejar faldas o perfumes, si así lo deseamos; depiladas o sin depilarnos; trabajando en casa o en la calle; en la lucha y en el placer”, finalizó.
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