Por: MUGS / Redacción
¿Dónde empieza y dónde acaba una fotografía? ¿Principia y finaliza una vez que está frente a nosotros y qué tanto el fotógrafo, como el público, se enfrenta a ella como una cosa acabada?, estas son las reflexiones de Ana María Martínez de la Escalera, quien ofreció una conferencia magistral en el Foro de Diálogo Develar y Detonar. Fotografía en México ca. 2015.
La Aula Magna José Vasconcelos del Centro Nacional de las Artes, fue la sede de esta conferencia donde la coordinadora del proyecto de investigación Problemas de la alteridad y exclusiones ofreció una reflexión crítica sobre el contenido del libro Develar y detonar. Fotografía en México ca. 2015.
El planteamiento propone una revisión de la producción fotográfica reciente en México, a partir de una edición que enlaza diversos trabajos de autores de distintas generaciones y lugares y que confluyen para trazar un mapa complejo, contradictorio e inquietante del país en la actualidad.
Se trata de un mapa que plantea preguntas y abre la fotografía a la reflexión y al diálogo, con el fin de buscar nociones que enriquezcan el medio. Develar nuevas formas de mirar y producir imagen. Detonar una reflexión sobre la manera en que concebimos la imagen fotográfica contemporánea.
“Lo interesante de la fotografía es que está viva y por lo tanto ni empieza ni acaba, está siempre por llegar”, consideró Ana María Martínez durante la charla que forma parte de las actividades paralelas del Festival Internacional Foto México 2015.
La conferencia magistral de la también profesora de filosofía en la Universidad Nacional Autónoma de México se cimentó a través de cuatro reflexiones críticas:
La primera es que vivimos una época en que la naturaleza se ha reducido “a ser simplemente imagen de la naturaleza” y es en este contexto donde la fotografía “se apodera de ella para representar cosas”, destacó.
En su segunda reflexión, María Martínez señaló que hoy el arte, entre otras cosas, se ha vuelto únicamente puro valor de exhibición y se ha presentado como resultado de una transacción.
“En el caso de la foto, de las artes contemporáneas, lo que cuenta hoy es lo que hay en ella de ‘exhibible’ de las cosas que retrata y no de lo que habría en ella de propio”.
En este contexto, la especialista añadió que actualmente existen muchos fotógrafos que luchan y muestran que la fotografía “puede ir más allá de lo que debería mostrar en términos técnicos”.
En su tercera reflexión -basada en un fragmento de La cámara lúcida, de Roland Barthes- destacó que es importante que la fotografía sea vista como un punctum, es decir, como un momento que agudamente te toca y modifica.
“Se trata de ese instante en que la foto te pica, te lastima, pero no el ojo, sino que te atraviesa el cuerpo, conmueve y te deja huellas”.
Finalmente, Ana María Martínez agregó que al igual que el filósofo Georges Didi-Huberman, es importante ver e identificar en la fotografía la marca fenomenológica.
“La marca fenomenológica es el miedo en el cuerpo de la foto. Es eso que excede el valor de exhibición de la foto y que lucha contra éste. Se trata de la marca del cuerpo del fotógrafo que con miedo toma la foto y nos dice dónde está en la imagen.
“No se trata del deseo de que la foto sea clara y transparente en lo que se refiere a su intención, sino a eso que habla por el fotógrafo en la foto y que es como sus huellas digitales o el sudor dejado por una mano que está tensa”, apuntó.
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