Por: Redacción/

El arte debería constituir un elemento fundamental de la educación básica, por ser el espacio social desde el que se conforman las redes neuronales que comienzan a formarse desde la infancia, señaló el doctor Fernando Sancén Contreras, profesor fundador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

En el Simposio Internacional Arte y Neurociencia. Alquimias de los cruces de conocimiento, el académico de la Unidad Xochimilco aseguró que las actividades artísticas son benéficas para niños y jóvenes porque facilitan la comprensión, ya que “cuando creamos algo que no existe, activamos nuestras sinapsis”, es decir, las estructuras neuronales que actúan en el cerebro, el órgano principal en el que nacen el conocimiento y el acto creativo.

Este órgano ha evolucionado con el paso del tiempo gracias a la interacción permanente que sostienen las personas conjugando las creencias, el lenguaje y los valores, subrayó el académico del Departamento de Política y Cultura y especialista en neurociencias y epistemología de la Casa abierta al tiempo.

En la actividad convocada por el Departamento de Educación y Comunicación de la Unidad Xochimilco y el Laboratorio Arte Alameda (LAA), puntualizó que la sociedad juega un papel central en el proceso creativo al proporcionar el universo conceptual al artista –como las costumbres– y “transformar una visión determinada del mundo y la conciencia de quien expresa dicha concepción, dando paso a algo nuevo y convirtiéndose en un espejo, en una imitación del presente”.

El doctor Juan Manuel Salgado, jefe de Neurocirugía y Neurociencias del Hospital Regional de Alta Especialidad, Ixtapaluca, Estado de México, indicó que el cerebro es una máquina predictiva que intenta ser descifrada por expertos, quienes de manera particular desean entender cómo funciona la mente de los creadores.

Por ejemplo, a partir de resonancias magnéticas se han enfocado en estudiar la percepción del arte, aunque sólo se ha hecho de aquél desarrollado en el mundo occidental, por lo que decidió emprender su propia investigación en torno a las artesanías elaboradas por los pueblos originarios de México.

“Debemos comenzar a atender las situaciones que suceden dentro de otros tipos de expresión complejos, pues el cerebro es difícil de interpretar debido a que en él actúan zonas y estructuras utilizadas para actos de reflexión e inteligencia”, opinó el maestro en arte moderno y contemporáneo.

En la inauguración, el maestro Luis Alfredo Razgado Flores, jefe del Departamento de Educación y Comunicación de la Unidad Xochimilco, recordó que la iniciativa partió de la inquietud de un grupo de investigadores de esa sede académica sobre el tema y con la impartición de un seminario que luego se realizó fuera de la universidad.

“Con la finalidad de propiciar espacios innovadores se invitó a más especialistas de campos distintos para generar discursos interdisciplinares que de otra forma hubieran sido imposibles de formular, así empezaron a conectar áreas que aparentemente no tenían nada en común”, refirió.

Razgado Flores destacó que el Simposio se centró en invitar a científicos que han tomado como objeto de estudio al arte, a artistas que han usado como centro de inspiración la ciencia, así como a investigadores que también se desempeñan como creadores para difundir sus hallazgos y formas de creación.

El Simposio se ha constituido como un espacio fundamental para producir sinergias entre las instituciones participantes, pues “creemos que es algo que se desarrollará con mayor fuerza en el futuro”, expuso el investigador en el LAA.

También acudieron los doctores Alejandra Osorio Olave, directora académica y cultural de la Coordinación General de Difusión de la Rectoría General de la UAM, y Antonio del Rivero Herrera, docente del Departamento de Educación y Comunicación de la Unidad Xochimilco; así como Paloma Oliveira, curadora de la exposiciónTransmutación. Alquimias del espacio y productora del LAA, y el artista Jaime Lobato.