Por: Redacción/
A los Museos Vaticanos se les llama en plural porque son un complejo extraordinario de distintas colecciones que se fueron formando gracias a las actividades de pontífices, cardenales, eruditos y artistas, reuniendo piezas que van del siglo XVI hasta la actualidad, explicó Barbara Jatta.
En marco de la exposición Vaticano: de San Pedro a Francisco. Dos mil años de arte e historia, la primera mujer en dirigir los Museos Vaticanos impartió conferencia magistral en el Antiguo Colegio de San Ildefonso, donde hizo un repaso por la historia de los recintos y piezas que integran la colección vaticana.
Jatta la definió como la más bella del mundo, testimonio de la historia del arte y la fe plurisecular, que se distingue de cualquier otra reunión de objetos. Integrada por más de 200 mil piezas, de las que sólo 25 mil son expuestas en un espacio de 7 kilómetros de galerías.
Informó que los Museos Vaticanos son un complejo de 14 museos distintos: Egipcio, Etrusco, Antigüedades griegas y romanas, Antigüedades cristianas, Arte Medieval, Arte renacentista, Arte de los siglos XVII-XVIII, Arte contemporáneo y siglo XIX, Tapices y telas, Artes decorativas, Colecciones históricas y carruajes papales, Museo etnológico y una superintendencia de arquitectura.
La historiadora del arte indicó que los Museos Vaticanos tienen como misión preservar y brindar a las generaciones futuras un extraordinario patrimonio de historia y arte que se han recibido del pasado, y con el que se busca brindar un patrimonio universal para la humanidad.
La funcionaria describió como extraordinaria al conjunto de obras que habla de 2 mil años de testimonio de arte, historia y fe vaticana, entre pinturas de Guido Reni, Guercino, Rafael Sanzio, Gian Lorenzo Bernini, Tiziano Vecellio, Marcello Venusti, entre otros.
“Una de las tareas comunes que se tiene con los museos es el prestar piezas para exhibiciones, pero que jamás se habían trasladado tantas para un mismo lugar, como fue el caso de la muestra que actualmente aloja San Ildefonso, y que para nada es ordinaria.
“De San Pedro a Francisco es una exhibición extraordinaria que conllevó cuatro años de preparación y de gran cooperación entre las instituciones, los curadores mexicanos y los curadores del Vaticano. El préstamo para el montaje de la exposición fue algo excepcional”, apuntó.
Destacó que la exhibición, integrada por seis núcleos, presenta en su penúltima sección un manuscrito que proviene de la biblioteca vaticana, donado hace 25 años por Juan Pablo II al pueblo mexicano, y que en la actualidad se encuentra en el Museo Antropológico.
“Los curadores mexicanos desearon simbólicamente colocar este manuscrito en la muestra. Jamás un documento original de la biblioteca vaticana había salido de sus colecciones y que regresase a su país de origen es sumamente importante para su cultura y civilización”.
En su ponencia, Jatta comentó que la tradición de coleccionar se remonta al Papa Julio II, en 1506, año de la creación del Patio de las Estatuas, las más célebres en Roma en ese momento, en pleno corazón del Belvedere Vaticano.
La italiana puntualizó en que la innovación que hoy es imprescindible para el funcionamiento de una institución, por ello la actualización del portal web de los Museos Vaticanos, con el que se cree se llegará a los lugares más remotos del mundo.
“Deseo que cada uno de los visitantes, al entrar en los Museos Vaticanos de manera virtual, mediante las páginas electrónicas, y más físicamente, sienta con fuerza el privilegio de encontrarse dentro de la belleza que lleva a la fe y que este instrumento informático sea asimismo un vehículo para el conocimiento, la armonía y la espiritualidad”, puntualizó la directora de los Museos Vaticanos.
En marco del vigésimo quinto aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre el gobierno de México y la Santa Sede, el 21 de septiembre de 1992, en el Antiguo Colegio de San Ildefonso se exhibe Vaticano: de San Pedro a Francisco. Presenta temas como Los fundamentos de la iglesia, La iglesia en tiempos modernos, la iglesia contemporánea, y una iglesia milenaria.
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