Por: Redacción

Con música y baile la Ciudad de México continúa festejando a los Fieles Difuntos en el Zócalo capitalino. En la tercera jornada de la Celebración de Muertos 2016, organizada por el Gobierno de la Ciudad a través de la Secretaría de Cultura capitalina, se presentaron este lunes 31 de octubre el Festival Danza sin Fronteras, Zazhil, Soultik, Espumas y Terciopelo, Mare Advertencia Lírika y Centavrvs.

Con un singular baile de “La Llorona”, el Festival Danza sin Fronteras abrió las actividades del Foro Artístico al reunir en el escenario a parejas de Bulgaria, Eslovaquia, Polonia, Letonia, Panamá, Perú y México, quienes después mostrarían lo mejor de las danzas tradicionales de sus países.

El colectivo folklórico Povazan, fundado en 1954, fue el primero en ofrecer un poco de la cultura tradicional de Eslovaquia a través de su baile y música, seguido de la agrupación peruana Yawar Chicchi con la “Danza de las tijeras”, la cual sorprendió al público por las acrobacias que realizaron diez bailarines mientras eran acompañados por arpas y violines.

“‘La Danza de la tijera’ es la más emblemática de nuestro país. Es una danza milenaria, ancestral, que viene desde antes de los incas. A la llegada de los españoles la mutilaron, pero los sobrevivientes la rescataron y es nuestra danza ritual, reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial por la UNESCO”, explicó en entrevista Ángel Cataño, director coreográfico de Yawar Chicchi.

Ángel Cataño señaló que es la primera vez que el grupo viene a México y quedó fascinado por la instalación de la ofrenda Canto al Agua, de la artista visual Betsabeé Romero. “En Perú también montamos altares, se cocina lo que le gustaba a los muertitos y vamos a los panteones a visitar a los difuntos; es algo parecido a lo que hacen los mexicanos, pero más solemne”, comentó.

Después de Perú, el grupo de canto y danza Roztocze, fundado en 1980, llegó con todo el folklor de Polonia, a quien por la viveza de la música y el baile la gente lo despidió con aplausos; lo mismo ocurrió con el Centro de Proyecciones Folklóricas Atenay Batista, de Panamá.

“Presentamos un espectáculo lleno de alegría, colorido y variedad, compuesto por diferentes ritmos de nuestra región panameña, como las cumbias, acompañado por instrumentos tradicionales, como tambores, la caja de percusión y la chiruca (parecida al güiro)”, señaló en entrevista José Domingo Montenegro, director de la compañía panameña.

Montenegro compartió que en Panamá también celebran el día de los Fieles Difuntos el 2 de noviembre, pero contrario a México en su país no se montan altares, pues los panameños sólo van al cementerio, les ponen flores a sus muertos y hacen algún tipo de oración.

“Me gusta la tradición mexicana de recordar a los difuntos de forma alegre, con la música, el baile, las comidas y bebidas que les gustaban; es muy espectacular. De la ofrenda montada aquí, en el Zócalo, nos han dicho que son trajineras y estamos emocionados porque visitaremos Xochimilco”, compartió.

Tanto Marupiesi, de Letonia, como Folk Dance Ensamble Sofía-6, de Bulgaria, ofrecieron espectáculos llamativos, pero lo más esperado fue la participación del Colectivo de Danza Folklórica de México Lindo, compañía que mostró un performance haciendo alusión al mural Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central, de Diego Rivera.

Después del Festival Danza sin Fronteras, que duró cerca de dos horas, hizo su arribo al Foro Artístico el grupo Zazhil (claridad, en maya), que interpretó temas populares mexicanos como “Cucurrucucú paloma” y “El son de la negra” muy a su estilo, que gustaron bastante a los espectadores.

“Nuestro concepto es un poco de la música tradicional mexicana con la fusión de los contemporáneos, como el blues, el rock y el jazz. La presentación de Zazhil fue como un puente, porque lo que viene es muy pop, muy moderno”, explicó en entrevista Víctor Gerardo Pichardo, fundador e integrante de Zazhil, que cumple 35 años.

A manera de Calaverita, la agrupación capitalina también compartió versos referentes a la Muerte, que provocaron la risa entre el público: “La Muerte no enseña el cobre, tampoco hace distinciones, lo mismo se lleva al pobre que al rico con sus millones. Uno va en estuche de oro y el otro en puros calzones, pero pasadito el tiempo quedan igual de pelones”.

“Mientras recordemos a nuestros seres queridos, seguirán vivos con nosotros y al igual que la celebración de Día de Muertos el concepto musical de Zazhil se ha ido transformando a lo largo de 35 años de trabajo”, indicó Víctor Gerardo Pichardo.

La creatividad musical cautiva al público

Soultik, agrupación encabezada por la voz de Verónica Ruiz, Andrea Olea en la guitarra, Eumir Mancera al teclado, Edgar Jiménez en la batería y Javier Reyes en el bajo, llegó al Foro Artístico para mostrar la creatividad de los alumnos de la Escuela de Música del Rock a la Palabra, institución perteneciente a la red de Escuelas de Educación Artística de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México (SCCDMX).

“Es bien padre que estemos aquí festejando nuestras tradiciones y compartiendo todo lo que nos preocupa a través de nuestras rolas”, expresó en entrevista Eumir Mancera.

Llenos de entusiasmo, los jóvenes músicos interpretaron al ritmo de soul y rock temas de su autoría como “Para sanar”, “A veces quisiera”, “Agua negra” y “Desesperamos”, entre otras, con las que lograron conectar con el público presente. “Eso es lo que buscamos como banda, la empatía con la gente hacia nuestras canciones, porque la música es empática”, compartió al bajarse del escenario Verónica Ruiz.

A la alineación juvenil le siguió el dueto de pop folk mexicano Espumas y Terciopelo, de Maricha y Memo Andrés, quienes mantuvieron la atención del público, al que poco le importó mojarse bajo la lluvia con tal de escuchar esta novedosa propuesta musical inspirada por la canción “Amarraditos”, de Tin Tan, pieza con la que abrieron el concierto.

“Nos sentimos muy honrados de estar aquí, realmente nuestro proyecto intenta conservar nuestra raíz mexicana y no hay mejor lugar para presentarlo que en el marco de una gran tradición que festejamos desde chiquitos”, aseguró en entrevista Memo Andrés.

Con seis años de trayectoria, los músicos originarios de Guadalajara llevaron su popklor por primera vez al Zócalo capitalino con la interpretación de “Mecha corta”, “Te quiero”, “Junto a ti” y “Despiértame”, entre otros temas, con lo que pusieron a bailar al público que visitaba la instalación Canto al Agua, de la artista mexicana Betsabeé Romero.

De entre las 113 trajineras que forman parte de la mega ofrenda instalada en el Zócalo capitalino —dedicadas a importantes personajes y problemáticas sociales—, las más visitadas se encuentra la de Juan Gabriel en la que el público visitante ha dejado una diversidad de mensajes como: “Nunca te vamos a olvidar”, “Descansa en paz, amor eterno por siempre”, “¿Por qué te nos fuiste?”, “Con amor para mi querido Juan Gabriel, me hiciste muy feliz con tus canciones” y “Espero que un día nos veamos en el Noa Noa”, entre muchos más.

Asimismo, han sido muy concurridas las embarcaciones relacionadas con el fin de la discriminación, el racismo y la delincuencia organizada, donde el público ha escrito en una amplia diversidad de grafías: “¡Todos somos iguales, solidaridad!”, “Amor es libertad”, “Todos tenemos los mismos derechos”, “¡No a la discriminación de lenguas indígenas”, “¡A favor de la igualdad de género” y “Por una sociedad libre de pensamiento!”, entre muchos más.

Rap y fusión
Ya entrada la noche, se presentó en el escenario Mare Advertencia Lírika, rapera oaxaqueña, quien desde sus letras y su música reivindica el derecho a decir y a contar la historia propia, el derecho a existir y a construir memoria; sus canciones hablan de romper las cadenas desde abajo y no olvidar la justicia pendiente, así como de la hipocresía “de las sociedad hacia las mujeres”, sin olvidar “a las desparecidas, a quienes seguimos esperando”.

La cantautora, de origen zapoteco, interpretó temas como “Destellos”, “Dale su nombre”, “Se puede”, “Mis razones”, “Incómoda” y “Gracias”. Mare Advertencia Lírika utiliza su música como una herramienta con la que busca mover las conciencias, a través de compartir su experiencia personal y colectiva.

La jornada de este lunes cerró con el grupo Centavrvs, el cual fusiona ritmos como el rock, la cumbia y la música electrónica. Autodefinida como agrupación “electrónica regional mexicana”, esta banda originaria de la Ciudad de México está integrada por Alan Santos, Rayo, Paco Martínez y Demián Gálvez.

Centavrvs entusiasmó al público presente con temas bastante rítmicos como “Vamos muriendo”, “Valentina”, “Libres”, “Chiquita milagrosa”, “El reino del cacao” y “Por eso”, entre otras.